La mayoría de personas estará de acuerdo en que Lionel Messi es uno de los mejores futbolistas de la historia, esto debido a su enorme desempeño a lo largo de una década y a todos los títulos que ha conseguido en su carrera. Sin embargo, hay un premio que el ganador de 7 veces el Balón de Oro no ha podido obtener e irónicamente un futbolista de la Primera División de Malasia sí pudo.
Se trata del Premio Puskás, nombrado en honor al histórico delantero húngaro Ferenc Puskás, y es que desde su creación en el 2008 'La Pulga' ha estado nominado en un total de tres ocasiones, pero nunca ha podido llevarse este trofeo. El argentino quedó tercero en la ceremonia 2010/2011, y segundo en el 2014/2015 y 2018/2019.
Sin embargo, Lionel Messi aún tiene un par de años más para intentar llevarse este distintivo que se le otorga al futbolista que haya metido el mejor gol de la temporada. Es decir, no importa si juegas en un equipo de la Tercera División de las Islas Vírgenes Británicas o en el Real Madrid, si anotas un golazo digno de alabar puedes conseguir el Puskás.
Bajo ese contexto, curiosamente quien sí ha podido obtener este premio es un futbolista de Malasia que en aquel entonces jugaba para el Pulau Pinang FC de la Primera División de su país, lo que sorprende totalmente debido a que la liga de dicha nación es prácticamente desconocida a nivel mundial.
Su nombre es Mohd Faiz Subri, mediocampista que en un duelo entre su equipo contra el Pahang, que culminó 4-1, marcó un verdadero golazo de tiro libre que dio la vuelta al mundo y quizá lo recuerdas. El volante se llevó el Premio Puskás con un 59,46% de los votos, venciendo a Johnath Marlone del Corinthians y a la venezolana Daniuska Rodríguez.
Finalmente, por si tenías curiosidad, Cristiano Ronaldo sí tiene un Púskas en su palmarés y lo consiguió en la temporada 2008/2009 cuando convirtió una verdadera joya jugando para el Manchester United, en un partido ante el Porto por los cuartos de final de la UEFA Champions League.
Lionel Messi debutó oficialmente en el Barcelona un 16 de octubre del 2004, en un duelo ante el Espanyol por LaLiga. El futbolista tenía en aquel entonces 17 años, tres meses y 22 días. Pocos imaginaban que se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia.