Hace 84 años nació el denominado “Clásico del Pacífico” entre Perú y Chile. Fue un 26 de enero de 1935 en el Estadio Nacional de Lima, con la presencia de 12 mil almas que contemplaron la primera alegría nacional (1-0) gracias a un gol de Alberto Montellanos, que quedó para la posteridad.
Ahora bien, en esta clase de encuentros —que se disputan al límite y son de alta tensión— no solo entra a tallar el aspecto deportivo, sino también la historia compartida que hay entre ambos países.
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Y, si bien en la Copa América las estadísticas muestran una pequeña superioridad de “La Roja” con 8 victorias, 6 derrotas y 6 empates en 20 compromisos, la “Blanquirroja” ve la semifinal como la oportunidad idónea para empezar a revertir esta tendencia negativa y de paso buscar revancha de lo ocurrido en el certamen de 2015.
Los jugadores aún tienen en la retina la dolorosa eliminación de hace cuatro años cuando los “mapochos” consiguieron su boleto para la final con un marcador ajustado (2-1) y con un hombre de más tras la temprana expulsión de Carlos Zambrano, quien también buscará su redención.
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El presente de ambas escuadras es distinto. Chile llega con su mejor versión en la era Reinaldo Rueda y Perú con una deuda en su juego pero con la moral a tope luego de dejar atrás los fantasmas de la caída a manos de Brasil. Hace 26 calendarios (1993) que el equipo de todos no vence al clásico rival por Copa América. Mañana es el día.
El Perú-Chile tendrá como grandes protagonistas a los dos máximos goleadores activos en la historia de la Copa América: Paolo Guerrero (35) y Eduardo Vargas (29), ambos con 12 tantos en su haber y superando a estrellas del nivel de Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez.
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“PG9” empezó su romance con las redes en la Copa de Venezuela 2007 anotando un gol a Uruguay. Destacó en Argentina 2011 y Chile 2015 con sus cinco y cuatro goles, respectivamente, que sirvieron para ganar la medalla de bronce en ambas ediciones. Y le agregó dos anotaciones más contando la Copa Centenario y Brasil 2019.
“Edú”, por su parte, marcó cuatro dianas en 2015 y seis en la Centenario para terminar levantando los primeros dos trofeos en la historia de su selección. En el país de la samba lleva dos dianas que celebró ante Japón.
Ambos se volverán a encontrar en el Estadio Arena do Gremio de Porto Alegre, en un duelo particular que promete sacar chispas en las áreas.
En juego estarán sus asombrosas marcas goleadoras; la chance de acercarse a los “killers” históricos del certamen como lo son el brasileño Zizinho y el argentino Norberto Méndez, con 17 tantos cada uno; y el último boleto para la definición continental.