Ver a Lionel Messi sonriendo con la camiseta del PSG en el césped del Parque de los Príncipes ha sido un golpe duro para los hinchas del Barcelona; no obstante, las consecuencias económicas que trae la partida del '10' presume un verdadero problema a las ya golpeadas arcas del club 'azulgrana'.
Una vez oficializado el fichaje de Messi por el PSG, las tiendas azulgranas oficiales retiraron de su estantería la camiseta 10 del Barza con el nombre de Messi y ahora Nike será el que decida qué hacer con ellas una vez les sean devueltas.
Barcelona tiene en promedio dos meses para enviar el producto de vuelta a la marca que los confecciona. Sin embargo, el número de camisetas no será significativa ya que el nombre y el número generalmente se estampa en la misma tienda.
De otro lado, los responsables de este proceso dicen que las láminas con el número y el nombre se suelen recortar para poder reutilizarlas con otros jugadores y que no se devuelven a Nike.
Esto es lo que sucedió con todos los jugadores referentes que se marcharon con anterioridad, como sucedió en el caso de Neymar, que otra vez se convertirá en compañero de Messi, esta vez en el PSG.
De acuerdo a diversos estudios, hasta ahora 8 de cada 10 camisetas que se vendían del Barcelona llevaban el '10' de Lionel Messi, lo cual suponía unos ingresos de entre 25 y 35 millones de dólares por temporada para la institución catalana.
Este martes el especialista en la economía del Barcelona, Marc Ciria, indicó a la agencia EFE que la entidad está apostando mucho por Memphis Depay comercialmente y que él "podría llegar a vender 5 de cada 10 camisetas y así evitar que la caída de las ventas fuese más allá del 30% a corto plazo".