Previo al inicio de la Copa del Mundo de 1978, los más renombrados analistas de fútbol señalaban que Perú disputaría con Irán la chance de no quedar último en el grupo que compartían con Escocia y Holanda.
Nadie le tenía fe al equipo de Marcos Calderón, sobre todo porque se enfrentaría a dos potencias, ya que Escocia llegaba como gran favorito para llegar a instancias finales.
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El 3 de junio en Córdoba, Escocia empezó ganando el partido pero luego encendería la magia de Perú para darle vuelta al partido por 3-1 con un penal atajado por Quiroga. La rojiblanca se convertía en la sensación.
Y más aún cuando empató 0-0 con Holanda en el siguiente compromiso. Los naranjas eran los actuales subcampeones del mundo. Finalmente quedó primero en el grupo al golear 4-1 a Irán.
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En la segunda fase se encontró con los que no debía hacerlo: Brasil y Argentina. Ya sin mucho arresto físico, los nuestros cayeron 0-3 con Brasil en el primer partido y luego quedaron eliminados al perder 0-1 con Polonia. Lo que vino después fue la catástrofe de 0-6 con Argentina en Rosario.
Al final Perú obtuvo el puesto 8 entre 16 participantes. No mejoró lo de México pero nos dejó alegrías y un Cubillas con 5 golazos.