Cubrir el puesto de Paolo Guerrero en la selección no es -ni será- fácil. Sin embargo, su compadre Jefferson Farfán promete cumplir con creces esta labor, según lo visto durante las prácticas en Holanda, donde clavó todos los balones en la portería. Full goles.
Los arqueros Pedro Gallese, José Carvallo y Patricio Álvarez ya no saben qué hacer para contener los remates de Farfán. Le pega con la derecha, con la zurda, de cerca, de lejos y todo va con dirección al arco.
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Ese buen momento que vive en los entrenamientos de la “sele” es reflejo de lo que está haciendo con el Lokomotiv, club con el que jugará la Champions y buscará el bicampeonato de la Liga de Rusia.
Las ganas de “mojar” ante Holanda están más claras que nunca. El peruano tiene una espnita clavada dentro de él, la cual debe sacarse. Y es que en el Mundial no marcó gol alguno y por ello, quiere hacer jugo con esa “Naranja Mecánica”.
Alguien debe avisarle al portero del Barcelona, Jasper Cillissen, para que lleve varios guantes. Jefferson Farfán lo conoce y los goles amenazan con llegar.
DESEQUILIBRIO: Su velocidad y talento para pegarle al balón pueden desnivelar el marcador a nuestro favor. Un crack.
EXPERIENCIA. Luchó toda su vida para jugar un Mundial y lo hizo. Ahora, su misión es conducir a este grupo a Qatar 2022.