Las condiciones agrestes de la dura visita a Ayacucho exigía un planteamiento en el que había que aguantar a los reiterativos ataques de locales para que jugadores de la talla de Kevin Quevedo exploten con su velocidad en busca de los contragolpes.
Los “Zorros”, precavidos como siempre, leyeron la intención de Alianza Lima y, con laterales bien planteados en sus respectivos lugares, impidieron las salidas de Kevin Quevedo, quien no tuvo chances claras de mostrar su buen fútbol.
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La desesperación por no tener oportunidades generó que pierda la cabeza, baje algunos metros y choque con los defensores rivales. Dichas intenciones no sirvieron de nada y se quedó con las ganas de seguir siendo el salvador íntimo.
En los últimos minutos, el extremo aliancista fue protagonista de una pequeña gresca, en la que también participaron Hugo Souza y Ernest Nungaray. Finalmente, Quevedo recibió la tarjeta amarilla pero ya nada pudo hacer pues en la siguiente jugada, Ayacucho puso la estocada del compromiso.