Gianfranco Espejo, Sandro Baylón, “Cucurucho” Rojas y Félix Escuza son cuatro futbolistas nacionales que en los últimos años nos han dejado para partir al cielo antes de tiempo. Aquí sus historias.
Enero del 2000. Sandro Baylón, el zaguero de Alianza Lima, se mató la madrugada del Año Nuevo en la Costa Verde luego de estrellar su auto contra un poste. Una semana atrás había sido elegido el mejor jugador del campeonato nacional. Cuenta la historia que estaba tomando con sus amigos de barrio en Independencia cuando el “Pato” Quinteros lo llamó para que se fuera a seguir celebrando en la playa Santa María. Aceptó y cuando iba a gran velocidad se chocó. Murió en el acto. Fue una muerte terrible. Toda La Victoria lloró su partida. Tenía 22 años.
Setiembre de 1991. Roberto Rojas, el futbolista de Alianza Lima, terminó con su vida al chocar contra un poste también en el Circuito de Playas de la Costa Verde. “Cucurucho” había regresado de España para pasar la fiestas navideñas con su familia, pero la fatalidad le jugó una mala pasada. Era lateral izquierdo y quimboso.
Agosto del 2003. Félix Escuza, el guardameta de Melgar, perdió la vida en su natal Arequipa luego de que el taxi en el que viajaba se estrelló contra una camioneta. Falleció a los 29 años. Al momento de su deceso tapaba por el Alfonso Ugarte de Puno.
Junio del 2011. Gianfranco Espejo, el mediocampista de Sporting Cristal, falleció en Tumbes, junto a su pareja, luego de que el auto en el que se trasladaba se estrellara frontalmente contra un tráiler. El correcto jugador había pasado los últimos días en Máncora y se dirigía con su novia Pierina Pérez hacia al aeropuerto para abordar un avión y volver a Lima. El vehículo donde viajaba impactó frontalmente contra un camión de carga, que prácticamente los aplastó al promediar las 6:30 p.m. del 4 de junio. Tenía apenas 24 años.