La partida de Yordy Reyna generó un inmenso vacío en el ataque aliancista, el cual busca suplir con la contratación del uruguayo Mauro Guevgeozián, que se realizó entre gallos y medianoche, ante el asombro del mismo técnico Wilmar Valencia, quien a regañadientes aceptó la llegada del charrúa.
La responsabilidad que recaerá sobre los hombros del Armenio es grande, ya que Alianza no está para experimentos de dirigentes caprichosos. Y la estadística no favorece en nada al flamante jale íntimo, quien en sus últimas experiencias fuera de Uruguay no marcó diferencias, siendo criticado en su paso por Paraguay y Chile sin pena ni gloria, aunque en su tierra sí fue profeta y es bien considerado.
Las últimas contrataciones blanquiazules han sido para el olvido. Desde el colombiano Serna, pasando por el argentino Peirone, el uruguayo Charquero, el paraguayo Florentín y demás paquetes que se llevaron el billete en carretillas, ningún atacante foráneo dejó huella, así que la misión de Guevgeozián es ardua.
Dependerá de él ganarse un nombre o engrosar la larga lista de decepciones grones.
EL DATO
En 2008, Mauro Guevgeozián pasó a Cerrito donde fue goleador del equipo y salió campeón del torneo clausura de segunda división de Uruguay.