A propósito de la orden de captura de Guillermo Alarcón, Phillip Butters le canta sus verdades a aquellos dirigentes que le han hecho -y le hacen- daño al fútbol peruano, que nuevamemte verá un Mundial por TV y sueña con la Copa Libertadores. ¡Lee aquí su columna!
Veo y leo que “Pocho” Alarcón es ahora el símbolo del mal dirigente, del que llega –y llaga– a un club con los bolsillos vacíos y se va con las alforjas llenas. Pregunto: ¿alguien que está metido en el fútbol se puede hacer el sorprendido? ¿No sabíamos todos que ese tipo llegó quebrado a Alianza Lima?
El fútbol peruano vive una quiebra económica, producto –entre otras cosas– del robo sistemático que los dirigentes han perpetuado en todas las instancias del sistema.
Y no nos hagamos los giles. La “U” está como está porque desde la época de Alfredo González, los presidentes cremas, sus directivas, allegados, representantes de jugadores, y jugadores se prestaron a la “regla de tres” e hicieron trizas sus finanzas. Pregunto: ¿Ayar López Cano y Rocío Gonzales no se han percatado del río revuelto? ¿No se robaron las computadoras en la época de González y Pacheco –un caradura ¡monumental!– acaso entregó toda la información contable?
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