Fue campeón con Alianza Lima en su centenario y hoy trabaja repartiendo encomiendas
Recordado por ser parte de aquel equipo íntimo que obtuvo el título nacional en el Cusco, hoy está retirado del fútbol y trabaja como mensajero.
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Son muchos los extranjeros que pasaron por Alianza Lima a lo largo de sus casi 122 años. Mientras varios se quedaron un buen tiempo y se convirtieron en ídolos, algunos no dieron la talla por lo que debieron marcharse rápidamente. Asimismo, otros no tuvieron una etapa prolongada, pero el hincha los recuerda con gratitud y hoy forman parte de la historia del club victoriano.
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El año 2001 resulta inolvidable para los hinchas del conjunto victoriano. Cumplían 100 años y se coronaron monarcas nacionales tras vencer a Cienciano en la final tras una dramática definición por penales en el Cusco.
En aquella plantilla del centenario destacaba en la zaga central Cristiano Grotto, un zaguero central que si bien no tenía mucha técnica, era eficiente en su posición y rechazaba todos los balones. No importaba cómo, pero alejaba el peligro de su área.
El brasileño solo jugaría ese año en Matute y se fue como campeón. Solo jugaría dos años al fútbol antes de retirarse oficialmente vistiendo la camiseta de Moreirense de Portugal, cuadro con el que disputó la Primeira Liga, la máxima división del fútbol luso.
El mejor momento de su carrera fue cuando jugaba en Gremio, club con el que conquistó un Campeona Gaúcho en 1993 y una Copa Brasil allá por 1994.
¿Qué es de la vida de Cristiano Grotto?
Tras dejar la actividad oficial, Cristiano Grotto se instaló en Linha Sao Francisco, su tierra natal. Ahí compró unas hectáreas de terreno y con el dinero que obtuvo en el fútbol, creó una estructura para dedicarse a la producción de leche. "Decidí que no quería saber más de fútbol, ni como como jugador, ni como otra función o cargo".
Sin embargo, su esposa recibió una oferta para trabajar en la prefectura de Santa Cruz do Sul y se mudó para dicha localidad. Finalmente, la pareja decidió instalarse definitivamente en la ciudad y dejó atrás su negocio anterior.
Si no quería dedicarse al fútbol, entonces debía encontrar un trabajo formal para vivir tranquilo económicamente, pero que no sea tan exigente y le permita pasar tiempo con su familia. Un día decidió participar de una convocatoria para la oficina de correos de Santa Cruz, donde sería contratado y ya lleva más de cinco años laborando como mensajero y reparte principalmente encomiendas.
"Eso me proporcionó exactamente lo que buscaba. Y de cierto modo me recuerda a mi etapa como jugador: contacto con público, estar en movimiento, conversar, saludar, etc.", dijo Cristiano Grotto para la página web GAZ.com.br.
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