Especialistas del hospital Guillermo Almenara del Seguro Social de Salud realizaron una investigación donde demostraron que los problemas de salud mental podrían presentarse hasta tres meses después de que una persona fue dada de alta tras superar la COVID-19.
Los investigadores trabajaron este estudio con una de muestra de 300 pacientes que lograron vencer la enfermedad. Jeff Huarcaya, médico psiquiatra, indicó que las consecuencias que ocasiona la COVID-19 en la salud mental no solo se ven durante la hospitalización, sino que pueden extenderse hasta 100 días después de recibir el alta médica.
Asimismo, Huarcaya señaló que estos problemas se dan por diversos factores psicosociales como el aislamiento físico, haber visto a familiares enfermos o que murieron por el virus, estar internado, entre otros. "Sumando a los factores propios, pueden ser personas que tenían previamente un trastorno psiquiátrico y que, durante la pandemia, sus síntomas se vieron agravados”, afirmó.
El presente estudio mostró diferentes resultados como, por ejemplo, una alta frecuencia de síntomas y trastornos psicológicos como el malestar físico (35%) estrés (32%), la ansiedad (31%) y la depresión (30%). De igual manera, Huarcaya precisó que las personas evaluadas presentaron muchos síntomas depresivos, pero no lograban identificarlos.
“Cuando los síntomas llegan a una severidad que comprometen el normal funcionamiento de la persona, ahí se habla de una respuesta clínicamente relevante que requiere tratamiento”, agregó.
“Se ha encontrado que aquellos pacientes que todavía persisten con síntomas después del alta, tienen mayores niveles de ansiedad y depresión, es por eso que es muy importante que se comunique con su médico, si persisten los síntomas. Las secuelas físicas de la COVID-19 están relacionadas con la salud mental”, recalcó Jeff Huarcaya.
Cabe mencionar que una de las conclusiones de la investigación fue que aquellas personas que suelen respetar las medidas de bioseguridad como usar mascarilla, mantener la distancia o desinfectarse las manos, son menos propensas a sufrir algún tipo trastorno después de superar la enfermedad.