El último sábado 15 de enero el derrame de 6.000 barriles de petróleo de la empresa Repsol en el mar de Ventanilla generó un inmenso daño ecológico que ha puesto en alerta a todos los ciudadanos, pues la limpieza podría tardar dos años.
Y es que el lamentable hecho no solo ha llevado al cierre de 21 balnearios, sino que también ha ocasionado la muerte de especies marinas producto de la contaminación del mar. Además, el crudo sigue expandiéndose en el mar afectada a la fecha a 18 mil metros cuadrados de playa.
Si bien, hasta el momento no se determina del todo quiénes son los responsables de esta tragedia, la ciudadanía se ha levantado de diferentes maneras como lo hicieron en el 2020 los habitantes de la Isla Mauricio, cuando el barco japonés MV Wakashio derramó cerca de 1.000 toneladas de petróleo en el mar, provocando que unos 15 kilómetros de costa paradisíaca quedasen contaminados.
El plan implementado por los habitantes del lugar para aminorar los daños causados por el derrame fue armar barreras absorbentes hechas de bolsas entretejidas que rellenan con caña, paja y cabello humano, así lo señala la nota de la cadena BBC.
La sorpresa sin duda es el cabello humano, pero según refiere la nota periodística, el cabello no absorbe el agua. Por el contrario, se le adhieren elementos como los aceites y el petróleo, lo cual permitirá condensar el crudo y absorberlo con los otros materiales.
"Es un producto natural, barato y renovable. Además, tiene otra ventaja sobre los materiales sintéticos y dispersantes químicos que usa la industria petrolera para limpiar desastres: es biodegradable", señala la cadena británica.
El primero en identificar este método fue el peluquero de Alabama (Estados Unidos) Phil McCrory, quien a través de un programa de televisión notó cómo el pelo de una nutria marina estaba saturado del petróleo derramado en el accidente de Exxon Valdez en Alaska, en el año 1989.
McCrory decidió experimentar lo visto con el cabello que había recolectado de sus clientes. El peluquero utilizó una media de su esposa para colocar todo el cabello y luego lo metió al tubo en una bañera con una mezcla de agua y petróleo y comprobó que era muy eficiente para limpiar el agua.
“Se le ocurrió que si todo ese petróleo podía adherirse al pelo de una nutria, por qué no al pelo humano”, indicó BBC.
Fue a partir de esta idea que se puso en marcha el plan en isla de Mauricio, en donde se realizaron campañas para recolectar cabello e inclusive algunas peluquerías ofrecían cortes de cabello gratis, mientras que miles de voluntarios empezaron a embutir el pelo con la caña, paja y plumas en cilindros flotantes para contener el crudo en la superficie del agua dañada.
Actualmente, en Lima hay una iniciativa similar y a la que muchas peluquerías se han sumado para ayudar a limpiar el mar peruano. Estos son algunos lugares a los que puedes ir a donar tu cabello.
Además, puedes unirte al grupo Hair Boom Peru Oficial para conocer otras iniciativas.