Una promesa sin cumplir. El gobierno de Pedro Castillo dio marcha atrás con su compromiso de dar un bono a los pescadores afectados tras el derrame de petróleo, desde las instalaciones de la refinería La Pampilla (Repsol).
El Ejecutivo anunció que no hará efectivo el subsidio que hubiese permitido a miles de familias, que ahora están desempleadas y sin ningún tipo de ingreso, sobrevivir frente a la tercera ola de la pandemia por COVID-19.
Cabe precisar que pescadores y otros emprendedores se inscribieron en un padrón para que sean acreedores presuntamente de 3 mil soles. Esta cifra la estableció la empresa española Repsol luego de una serie de reuniones con los representantes de los afectados.
El 27 de enero de este año, el exministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, mencionó que los agraviados serían 100 mil personas y adelantó que se distribuiría una indemnización de 3 mil soles (mil soles por 3 meses).
Repsol definió el monto y el Ejecutivo dio luz verde, a pesar de que no habló con los afectados.
El ministro del Ambiente, Modesto Montoya, fue quien confirmó que el Ejecutivo no abonará los 3 mil soles que había anunciado y que aprobó que el aporte lo haría Repsol, porque el Gobierno no puede destinar fondos públicos a la indemnización de las aproximadamente 5 mil personas inscritas en un padrón de damnificados.
“Las normas no nos dan ese poder (de pagar un bono), no podemos disponer del dinero de los peruanos como nosotros quisiéramos para socorrer a las personas afectadas. Es por eso que nosotros hemos convocado a la empresa y hemos llegado a un acuerdo para que se haga esta indemnización de 3 mil soles”, afirmó el ministro Montoya en una entrevista con RPP.