Aunque no lo creas, los mosquitos tienen sus preferencias. Hay ocasiones en las que sales de paseo y parece que los insectos te ven como un blanco fácil, te atacan y terminas lleno de picaduras. ¿Por qué ocurre esto?, ¿por qué solo a ti?
Existen muchas personas que tienen la ligera sospecha de que su sangre posee algo especial para estos pequeños animalitos, y esto termina por atraerlos. Mientras que a otros no los tocan ni por un segundo.
¿Sabías que el ser elegido por los mosquitos es algo hereditario? Según un estudio que se conoce ahora, nuestra genética sería el factor determinante en la elección que tienen estos insectos con los humanos.
El verano es la época por excelencia en la que la presencia de estos insectos se multiplica con las altas temperaturas, y en las noches de más calor se vuelven unos visitantes muy molestos.
Existen más de 3.500 especies de mosquitos, pero tan solo unas 200 se alimentan de sangre humana, y esos son los que te prefieren como su fuente de energía.
Para iniciar, los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono y por el ácido láctico de un individuo, es así que los adultos, que emiten más dióxido de carbono al respirar que los niños, son los primeros elegidos.
Asimismo, las embarazadas y las personas que tienen una estatura más alta, que emiten más ácido láctico, igualmente están seleccionadas para ser los preferidos de estos diminutos seres.
El olor corporal, en cambio, bota a los mosquitos. De acuerdo a estudios, algunas personas pueden emanar una especie de “repelente natural” que los aleja, y hay otro factor sorprendente que también hace el mismo efecto: Los colores amarillo y verde.
Finalmente, las personas con tipo de sangre 0 son picadas el doble que las personas con sangre de tipo A, mientras que personas con grupo B serían medianamente propensas.
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