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¿Por qué no puedo doblar por la mitad un papel más de 7 veces?

Tal vez hayamos escuchado esta aseveración en más de una ocasión ¿Acaso será cierto? La respuesta la encontraremos dentro de la nota.

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¿Por qué no puedo doblar por la mitad un papel más de 7 veces? | Foto: composición Líbero

Doblar un papel es algo que hacemos a menudo. Es tan cotidiano que ni reparamos en el hecho de sus limitaciones o de lo que sucede cuando este proceso comienza y se va acumulando. Esto está a punto de cambiar ya que a continuación conoceremos lo que pasa cuando se doble el papel y desmitificar algunas creencias.

Una de ellas, por ejemplo es la del límite de doblar el papel. Muchos aseguran que los papeles son de una variedad en particular, mientras que otros dirigen su vista al espesor de las páginar o el espesor de estas. Afortunadamente aquí, tus amigos de Libero.pe, te edplicarán todo con lujo de detalles. Vamos allá entonces.

Doblar una hoja de papel por la mitad más de 7 veces

Aunque no lo parezca, el papel tiene grosor (espesor) y cada vez que un doblez ocurre las capas de papeles se ponen una encima de otra creciendo varias veces. Lo que antes era delgado ahora tiene capas muy duras en algunas ocasiones. Lo que también ocurre al doblar el papel, es la aparición de una tensión en la superficie de este. Ese es un momento es clave ya que nos permita hacer o no el pliegue.

Eso quiere decir que, a medida que se vaya doblando el papel, la capa exterior requiere una fuerza cada vez mayor parqa que esto suceda. A más y más dobleces, más fuerza tendrás que emplear hasta que ya no sea humanamente posible. Eso hace que llegar al doblez #7 sea más difícil.

Hay que aclarar que no es del todo imposible superar la marca de los 7 dobleces. Existen personas que rompen ese récord en situaciones muy particulares como en el siguiemte video:

Como dato extra se ha calculado que:

  • Doblar el papel 28 veces: superaría los 8800 metros de altura.
  • Doblar el papel 43 veces: superaría los 380 mil kilómetros de altura.
  • Doblar el papel 52 veces: 150 millones kilómetros.

Cabe recordar que el grosor del papel aumenta de forma exponencial, por lo que estos estimados suenan bastante plausibles.