Durante Semana Santa, miles de familias se reúnen para compartir los platillos más deliciosos y todos tiene el componente principal del pescado.
Únete a nuestro canal de WhatsAppLos católicos de diferentes partes del mundo tienen varias formas de conmemorar la Semana Santa. Hay quienes optan por viajar en familia, mientras que otros todavía mantiene viva la tradición de comer pescado en estos días del año.
La Semana Santa es un tiempo marcado por la devoción y la tradición, donde además de la oración, se practican rituales como el ayuno y la abstinencia, especialmente de carne roja. En su lugar, muchos fieles eligen consumir pescado, un alimento que adquiere especial importancia durante estos días sagrados. ¿Por qué se come pescado en Semana Santa y cuál es su significado?
La práctica de ingerir pescado durante la Semana Santa se centra especialmente en el Viernes Santo, un día de ayuno y abstinencia en la tradición católica.
Sin embargo, hay quienes eligen consumir pescado todos los viernes durante la Cuaresma, un período de 40 días antes de la Pascua, mientras que otros lo prefieren a lo largo de toda la Semana Santa, que comienza con el Domingo de Ramos y finaliza con el Domingo de Resurrección.
Según lo establecido en el artículo 1251 del Derecho Canónico, "Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal".
La tradición de comer pescado durante la Semana Santa se origina en la doctrina de la Iglesia Católica. De acuerdo con el Derecho Canónico, se insta a los fieles a abstenerse de carne los viernes, particularmente durante el Viernes Santo, en un gesto de sacrificio en memoria de la crucifixión de Jesús.
La principal premisa es que al evitar la carne, históricamente asociada con banquetes y personas adineradas, los fieles hacen un gesto de humildad y renuncia. Y el pescado, siendo más accesible y consumido por personas de recursos más modestos, refuerza este simbolismo de modestia.
Es relevante destacar que aunque esta tradición existe, no se considera obligatorio consumir pescado durante la Semana Santa. La esencia de estos días radica en realizar un sacrificio personal, que puede manifestarse de diversas maneras, como el perdón, la tolerancia, la empatía, la ayuda y solidaridad hacia los demás.
Durante la Semana Santa, el consumo de pescado cobra una importancia única en la fe cristiana. Este alimento está arraigado en pasajes bíblicos como el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, donde Jesús nutrió a una multitud con escasos recursos.
Este acto milagroso es emblemático de la generosidad divina y la abundancia providencial, evocando así el consumo tradicional de pescado durante este período sagrado.