Este episodio, por un par de años, complicó las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y el Perú, y todo sucedió por este motivo.
Únete a nuestro canal de WhatsAppHistóricamente, sabemos que el Perú tuvo guerras con España por la independencia, en épocas republicanas con Chile, pero también con Ecuador y hasta con Colombia, pero poco o nada se sabe del episodio cuando la marina peruana invadió las costas de los Estados Unidos y hoy conocerás por qué sucedió esto.
Todo sucedió en 1849 con la llamada expedición del Gamarra cuando el militar Ramón Castilla era presidente del Perú y que fue, a grosso modo, una respuesta a los pedidos de auxilio de los peruanos que vivían en California quienes eran maltratados y hasta asesinados por los locales debido a la llamada "fiebre del oro".
Esta fiebre del oro surgió a raíz que unos mineros encontraron este preciado mineral en Sutter's Mills, cerca al pueblo de Coloma, la noticia dio la vuelta al mundo atrayendo a muchos a dicha zona, entre ellos un grupo de peruanos y chilenos quienes ansiaban hacer fortuna en las improvisadas minas.
Sin embargo, eran las épocas del salvaje oeste y los Estados Unidos andaban todavía colonizando dichas zonas, por lo que el imperio de ley no era lo que imperaba en dichos territorios, sino más bien la ley del más fuerte, por lo que el hambre, la miseria, las enfermedades y la criminalidad eran el pan de cada día.
Estos compatriotas, muchos de ellos, eran comerciantes, mientras otros dueños de barcos atracados en San Francisco. Sin embargo, la prensa local en sus informes solía detallar la vida de estos peruanos, describiéndola poco menos que miserables y llena de maltratos de topo tipo lo cual, se dice, indignó sobremanera al mandatario.
Y es que los peruanos ahí apostados, como el resto de latinoamericanos que cayeron en dichas tierras, no solo eran presa del racismo y la xenofobia, también de más de un asesinato por estos motivos.
Una vez que Castilla decidiera enviar un buque a modo de disuasión y rescate de sus compatriotas, Zachary Taylor, presidente de entonces de los Estados Unidos, protestó pero, finalmente, aceptó consciente del caos que reinaba en la zona.
La misión fue encargada al bergatíon ‘General Gamarra’, el cual fue construido en Trieste, Italia en 1843, siendo capaz de portar 415 toneladas en sus 77 pies de longitud, 24 pies en su bao y 14 pies de calado, la cual contaba con 16 cañones portando a 136 marineros del país sudamericano, todos bajo el mando del capitán de fragata José María Silva Rodríguez, quienes llevaban un gran contingente de provisiones para 9 meses.
La expedición partió del Callao el 25 de enero de 1849, llegando a mediados de marzo de dicho año a San Francisco (45 días de travesía por el Pacífico), y cuando arribaron no pudieron creer lo que vieron.
Cuenta la historia que el capitán notó embarcaciones con bandera peruana como "Bella Angelita", "Elisa", "Andrea", "Susana", "Mazzepa", "Volante", "San José" y "Calderón", completamente abandonadas, sin un alma que las habitase, una señal inequívoca del horror que estaban padeciendo.
La violencia y la criminalidad era tal, que los marinos peruanos tuvieron que prestar ayuda a las autoridades locales estadounidenses para imponer el orden, quienes combatieron a los revoltosos de forma efectiva.
Se sabe que la mayoría de los peruanos en California decidió volver a la tierra patria, pero solo unos cuantos valientes optaron por quedarse en busca de la fortuna que el oro prometía, pero que hasta 1855, año en que esta "fiebre" acabó, tan solo hizo millonario a unos pocos, dejando a su paso cientos de muertos y otros mucho más pobres de lo que eran cuando arribaron a esta tierra buscando riquezas, por lo que no pocos la calificaron de "maldita".