Alerta en EE.UU: este ESTADO ya empezó a aplicar el manual de DONALD TRUMP contra inmigrantes

En Texas, EE. UU., se están intensificando las medidas de control fronterizo, lo que implica la construcción de tramos del muro fronterizo y la instalación de boyas con alambre de púas en el río Bravo. Además, se están habilitando terrenos para la construcción de centros de detención masivos, con el objetivo de acelerar los procedimientos de deportación.

Las autoridades han advertido a los hospitales que podrían reducir su financiación si no colaboran en la entrega de información migratoria de sus pacientes. En esta nota, te contamos los posibles cambios que se podrían implementar en EE.UU. tras la elección del nuevo presidente en 2025.

Estas políticas agresivas de Trump no solo se limitan a la frontera, sino que se extienden por todo el territorio estatal, consolidando a Texas como un aliado clave en la campaña de expulsiones masivas de indocumentados.

Por su lado, Tom Homan, designado como "zar de la frontera" por la nueva Administración federal, ha afirmado que el enfoque de Texas es "un modelo que se puede replicar en todo el país, con un éxito sin precedentes". A tan solo un mes y medio de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos, su influencia ya se siente en el gran Estado republicano.

Asimismo, la creación de una frontera impenetrable se ha convertido en un pilar fundamental del enfoque del Gobierno de Texas, liderado por Greg Abbott.

En las últimas semanas, se han instalado nuevas boyas en el río que marca la división entre Estados Unidos y México, específicamente en Eagle Pass, un punto crítico en la crisis migratoria que ha afectado a la región en los últimos años. Estas boyas, de color naranja y equipadas con cuchillas, han acaparado la atención mediática desde su primera instalación en 2023. Aunque un juez había ordenado su remoción al considerarlas ilegales, una corte de apelaciones revirtió esa decisión en septiembre, permitiendo su reinstalación y expansión.

Recientemente, un nuevo tramo de aproximadamente 300 metros fue colocado en el río, aunque su permanencia se vio comprometida por problemas con el sistema de anclaje. Sin embargo, las boyas ya han vuelto a flotar en el agua, generando inquietudes sobre la seguridad de los migrantes. La posibilidad de que personas desesperadas se aventuren a cruzar el río y enfrenten las peligrosas cuchillas ha suscitado alarmas. En agosto del año pasado, se hallaron al menos dos cuerpos cerca de estas boyas, lo que ha llevado a organizaciones defensoras de los derechos humanos a condenar su presencia de manera reiterada.

Texas se posiciona como un centro estratégico para la implementación de deportaciones masivas. Hace dos semanas, la comisionada de tierras del Estado, Dawn Buckingham, ofreció un extenso rancho en la frontera como parte de un plan destinado a expulsar a millones de inmigrantes indocumentados.

Esta propuesta ha evolucionado, ya que Buckingham anunció un respaldo adicional del Estado en un evento donde estuvo acompañada por la madre y la abuela de Jocelyn Nungaray, una niña de 12 años asesinada en Houston, presuntamente a manos de dos miembros de una banda criminal venezolana que ingresaron al país de manera ilegal.

Además, detalló que se identificarán terrenos adecuados bajo su jurisdicción para arrendarlos con el fin de construir instalaciones destinadas a la deportación de criminales violentos. En medio de este anuncio, se erigen nuevas secciones de un muro fronterizo, marcando un cambio significativo en la política migratoria de Texas.