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Un informe reciente revela la crucial contribución de los inmigrantes no autorizados en la economía de Idaho, donde alrededor de 35,000 personas desempeñan roles fundamentales en sectores como la agricultura y la construcción. Este grupo no solo impulsa el mercado laboral, sino que también genera un impacto económico significativo en Estados Unidos.

El estudio, elaborado por el Centro McClure de la Universidad de Idaho, destaca que en 2019, los inmigrantes no autorizados gastaron aproximadamente 570 millones de dólares en la economía local. A pesar de las propuestas legislativas que buscan endurecer las políticas contra este grupo, sectores clave como la industria lechera abogan por su permanencia, reconociendo su importancia en la fuerza laboral.

El informe titulado “Una mirada a Idaho: inmigrantes no autorizados y la economía de Idaho” subraya que, a diferencia de la tendencia nacional de disminución en la población de inmigrantes indocumentados, el número de personas no autorizadas en el estado se ha mantenido constante en los últimos años.

Los inmigrantes no autorizados en Idaho no solo son una parte integral del mercado laboral, sino que también aportan significativamente a la economía del estado. En 2014, este grupo pagó más de 26 millones de dólares en impuestos, lo que demuestra su compromiso con la economía local. Su gasto estimado de 570 millones de dólares en 2019 resalta su papel como consumidores activos, contribuyendo a la vitalidad de diversas industrias.

A pesar de las propuestas de políticas más estrictas en la sesión legislativa de 2024, sectores como la industria lechera enfatizan su dependencia de la mano de obra no autorizada. Rick Naerebout, director de la Asociación de Productores Lácteos de Idaho, ha defendido la importancia de estos trabajadores, quienes son esenciales para mantener la operatividad de las industrias clave. A pesar de ofrecer salarios competitivos, la escasez de mano de obra local ha llevado a una mayor dependencia de este grupo.

El informe también destaca la estabilidad de la población de inmigrantes no autorizados en Idaho, muchos de los cuales han residido en el estado durante más de 16 años. Esta permanencia ha permitido una integración significativa en las comunidades locales, donde estos individuos no solo cumplen un rol económico vital, sino que también contribuyen a la diversidad cultural y social del estado.

A pesar de los desafíos políticos que enfrentan, la importancia de los inmigrantes no autorizados en Idaho es innegable. Naerebout advierte que sin estos trabajadores, muchas industrias clave en el estado enfrentarían serias dificultades para operar. La resistencia de ciertos sectores a las políticas restrictivas refleja la necesidad de un enfoque más equilibrado que reconozca la contribución de este grupo a la economía local.