¿Elon Musk pierde su influencia? El dueño de Tesla ya no funciona como 'escudo' de Trump, según la Casa Blanca

El panorama político en Estados Unidos está cambiando, y con él, la percepción sobre Elon Musk como una figura influyente dentro del gobierno. Durante meses, el marnate fue visto como un recurso útil para desviar las críticas hacia la administración de Donald Trump.

Sin embargo, recientes caídas en su popularidad han generado dudas sobre su capacidad para seguir cumpliendo ese papel. Ahora, fuentes cercanas a la Casa Blanca indican que su utilidad como "escudo térmico" del jefe republicano de Estados Unidos podría haber llegado a su fin.

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¿Se acabó la influencia de Elon Musk en el gobierno de Estados Unidos?

Según Joe Scarborough, copresentador del programa 'Morning Joe' de MSNBC, contactos dentro del gobierno han señalado que la estrategia de usar a Musk para absorber las críticas hacia Trump ha perdido efectividad. Durante la transmisión de su programa, Scarborough reveló que altos funcionarios en la Casa Blanca han notado un descenso en la aprobación tanto de Musk como del presidente.

Este debilitamiento en su imagen hace que su rol de desviar la atención de las decisiones impopulares ya no sea tan funcional. "Anoche, alguien cercano al presidente me dijo que ese escudo térmico ya no funciona", comentó el presentador.

La posición de Musk al lado de Trump: ¿Qué sucedió?

El declive de la estrategia se refleja en la creciente molestia de los ciudadanos, quienes han confrontado a congresistas republicanos en reuniones públicas. Scarborough señaló que la caída en la popularidad de Musk y de Trump ha impactado en cómo los legisladores perciben el apoyo de sus electores.

Además, advirtió que evitar la interacción con la ciudadanía no es la mejor opción. "Es preferible enfrentar las críticas y adaptarse, en lugar de esconderse", recomendó el periodista, aludiendo a congresistas que han optado por esquivar el contacto con el público ante la creciente presión.

Con Musk perdiendo su influencia en el juego político, el gobierno de Trump podría necesitar una nueva estrategia para manejar la opinión pública en un entorno cada vez más volátil.