La Blanquirroja cae ante el 'Scratch' pero esta vez le quitó el brillo - Crónica y video
La selección de Ricardo Gareca le compitió hasta el último minuto a Brasil y levantó la imagen presentada en el inicio de la Copa América.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEn una sociedad donde hoy solo interesa el objetivo, el tan mentado éxito, el competir pareciese un anacronismo. Sin embargo, cómo hacerlo si no hay con qué, cómo pedirle peras al olmo. La respuesta la tiene Ricardo Alberto Gareca Nardi.
Por debajo de esa melena desfasada hay conceptos y criterios más vigentes que nunca. Más allá de la pizarra, está el ojo y alma de 'Tigre' para seleccionar y convencer a los suyos de que tienen recursos con los cuales competir al más alto nivel.
Fuimos a probar y así fue
Así fuimos a esta Copa América, sin Paolo y Jefferson pero con el objetivo de ratificar a Lapadula y López, de mostrar a Raziel y Lora, de convencerlos a ellos mismos que son el recambio idóneo para continuar con este proceso.
Así llegamos hasta semifinales y así le dimos pelea al más 'pintado' del torneo, al punto de que se conformó con cuidar el 1-0 para avanzar de fase. Así, esta selección volvió a hacer un país solo puño.
Nuevas fórmulas
Hubo dos tiempos y marcados: en el primer tiempo se intentó no dejar jugar a Brasil con una línea de 5 en el fondo y no solo no se pudo, sino que dejamos de explotar nuestras virtudes.
Así, Neymar y compañía se potenciaron y de no ser por la figura de Gallese, la diferencia con la que nos fuimos abajo en el marcador al entretiempo pudo ser mayor. A pesar de la inmensidad del '1' peruano, no pudo evitar el gol de Paqueta.
El segundo tiempo fue otro. Gareca decidió volver al libreto que mejor conocen sus pupilos y que forma parte de la esencia de nuestro fútbol: neutralizar al rival no solo destruyendo sus jugadas, sino generando nuestras propias.
Los ingresos de Raziel y López le dieron un segundo oxígeno a la 'bicolor' y las llegadas al arco de Ederson empezaron a llegar. Es más tuvimos un par de claras pero con ello aún no basta para dañar de muerte a un competitivo 'Scratch'.
Nos quedamos otra vez cerca del título pero con el orgullo fortalecido porque La Blanquirroja, así cambien los intérpretes, sigue siendo competitiva y eso vale bastante.
Ahora valió, por ejemplo, para unir a 33 millones de corazones fragmentados por la coyuntura política y social.