1997: La última vez que Perú llegó a las semifinales de la Copa América

La selección peruana parece estar bajo una maldición luego de las lesiones de los principales jugadores que obligará al técnico Sergio Markarián a usar jugadores que normalmente no tendría en cuenta en el once titular.

Sin embargo, esta no es la primera vez que la Selección jugará la Copa América sin sus referentes, en 1997, cuando Juan Carlos Oblitas era el entrenador, y se luchaba palmo a palmo con Chile para llegar al Mundial que se disputaría al año siguiente en Francia, el equipo peruano fue a Bolivia con un equipo que se podría denominar B.

Ese once, que fue dirigido por Freddy Ternero, asistente técnico de Oblitas, estuvo conformado por: Miguel Miranda, Giuliano Portilla, Miguel Rebosio, Alfonso Dulanto, Martín Hildago, Erick Torres, Alex Magallanes, Roberto Palacios (uno de los pocos titulares), Eddy ‘el diablo’ Carazas, Waldir Sáenz, Paul Cominges, Frank Palomino entre otros, un equipo muy diferente al titular en las eliminatorias.

En ese campeonato Perú estuvo en el grupo B junto con, el dueño de casa, Bolivia, Uruguay y, en ese tiempo la cenicienta, Venezuela. La selección empezó venciendo a Uruguay en el primer partido por 1-0 con gol de Martin Hidalgo, sin embargo en el segundo partido cayeron ante Bolivia, por lo que definieron la clasificación ante Venezuela a quien vencieron 2-0 y llegaron a los cuartos de final.

En esa instancia Perú obtuvo el último triunfo de la selección ante Argentina que si bien tampoco tenía a sus titulares habituales, Roa, Bassedas, Gallardo ya triunfaban en Europa, por 2-1 con goles de ‘El Diablo’ Eddy Carazas y de Martín Hidalgo, Miranda le tapó un penal a Gallardo, pero en otra pena máxima los gauchos descontaron. Perú iba a semifinales.

Sin embargo la buena racha de los dirigidos por Ternero se acabó ante el poderío brasileño que tenía a todas sus figuras, Taffarel, Cafú, Roberto Carlos, Denilson, Djalminha, Ronaldo y el ‘chapulín’ Romario, quienes nos hicieron 7-0 en un partido donde se vio la superioridad en todas las líneas.

Sin embargo esa selección demostró que no es necesario el renombre para hacer una buena competición, y que con las ganas de triunfar se puede llegar lejos en la justa continental.