¿Existe un PORTAL al futuro en LIMA? La verdad detrás de la perturbadora LEYENDA URBANA

Los avances de la ciencia han ido avanzando con el paso del tiempo y con estos también se han generado varios mitos, de los cuales en Lima abundan, siendo uno de los más famosos en los últimos años el portal dimensional en el cual más de una persona habría desaparecido. ¿Cuál es la verdad?

Una definición de lo que es un portal dimensional la da Guadalupe Salcedo Rocha en su libro "Portales hacia otras dimensiones", define este término como una entrada a otra dimensión en la que se ingresa a varias realidades por diversas vías.

En su artículo "Qué es un portal astral y por qué se llama así", OK Diario nos explica que estos están relacionados a eventos paranormales que, en teoría, son accesos a fenómenos que tienen lugar en otro plano o en el comúnmente conocido como el "más allá".

Asimismo, son un agujero en el espacio-tiempo que, teóricamente, conectan con diversos mundos. De hecho, de acuerdo a la teoría de las Supercuerdas, los humanos solo podemos percibir tres dimensiones, aunque se especula que existen un total de 11, las cuales están más allá de la comprensión humana.

En los últimos años se ha vuelto muy popular, al punto que hoy por hoy ya forma parte de la leyenda urbana, que en el distrito limeño de Lince, específicamente en la cuadra 8 de la avenida Canevaro, existe un portal dimensional en el cual, aseguran algunos, no pocas personas se han perdido para siempre sin dejar rastro alguno.

De hecho, uno de los primeros de hablar sobre el portal dimensional de Lince fue Anthony Choy hace más de 10 años en su programa radial "Viaje a otra dimensión" fue uno de los primeros en introducir el tema en el imaginario de los limeños y, desde entonces, surgieron testimonios de personas que aseguran haber presenciado "actividad" extraña en dicho punto de la avenida limeña.

De hecho, Choy apareció en varios podcast en los últimos años, pero recientemente fue invitado al programa Ouke donde dijo que todo empezó cuando una familia lo llamó para contarle su experiencia y desde entonces estas se multiplicaron, al punto que recabó un total de 34 casos hasta la fecha.

De acuerdo a la data recabada por Choy, las personas tienen una visión en común que consiste en que ven una Lima desolada, inexistente, que ha sido reemplazada por un enorme desierto casi infinito que se caracteriza por tener un cielo muy raro, pues su tonalidad es morada.

El abogado y ufólogo peruano cree que este fenómeno no es nuevo: "Creo que esto pasa desde hace muchos años, sino que ahora recién la gente, como han salido en la redes (sociales), recién están hablando".

La familia Rojas Gamonet fue el primer caso reportado relacionado al portal dimensional de Lince. Sucedió hace más de 15 años cuando la madre y sus dos hijas iban por la avenida Canevaro entre las 4:30 p.m. y 5:00 p.m. en febrero.

Estaban por llegar a la casa de la abuela, entonces, antes de doblar hacia la calle Túpac Amaru, de pronto y de forma inexplicable, fueron trasladadas a un lugar impensado de Lima, pues lo que se presentó ante ellas era un desierto sin presencia humana alguna, todo era silencio.

A lo lejos, se levantaban un par de edificios de aspecto metálico que distaban mucho de ser los característicos en Lima. Una de las pequeñas, aterradas, pedía explicaciones a su madre quien no sabía lo que pasaba.

De pronto, todo cambió y de súbito estaban de nuevo en la cuadra 11 de la avenida Canevaro. Presas del susto y la sorpresa, la mamá y sus hijas no cruzaron palabra alguna en su trayecto de vuelta.

Pero, pronto su esposo sería presa del portal dimensional de Lince, pues la zona bulliciosa en la que vivían, de pronto, se tornó silenciosa, no había ni un alma, por lo que se dirigió a la ventana para ver lo que sucedía y su sorpresa como espanto fueron tal al ver todos los autos detenidos, lo mismo que la gente. La normalidad solo volvió cuando su esposa e hijas tocaron el timbre.

Guillermo es otro de estos perturbadores testimonios. El hombre conducía su auto para visitar a un cliente en horas de la mañana (8:30 a.m.) pasando por la avenida Canevaro, pero cuando giró hacia la derecha la luz matutina dio súbito paso a la oscuridad total. ¿Qué sucedió?

Vio un edificio plateado delante de él con columnas negras al lado de su vehículo que lo cubrían todo, al punto que no podía ver donde terminaba esta estructura que se elevaba por los cielos, el cual tenía una pigmentación lila con rojiza.

A Guillermo no le quedó más opción que seguir su camino y, de pronto, todo volvió a la normalidad. Lo más extraño de todo es que el hombre asegura que el proceso le habría tomado unos 5 minutos, pero cuando todo se "restableció" había transcurrido media hora.