¡Ahí hay un espía! Ricardo Gareca toma precauciones durante el Mundial Rusia 2018

No se trata de tocarse de nervios. Nada de eso. El Mundial Rusia 2018 se juega en la cancha y fuera de ella. Aquí el que peca de sano, pierde. No por algo Brasil toma precauciones y ha dispuesto un sistema antidrones para evitar que sus rivales de primera ronda copien los detalles tácticos o las alineaciones de Tite. O Argentina con Sampaoli escondiendo sus armas a más no poder.

En Perú ocurre algo similar. Por ejemplo, la entrada al Arena Jimky, donde entrenan los nacionales en Moscú, solo está permitida a periodistas debidamente acreditados por FIFA o aquellos que tienen un pase especial de la FPF. Nadie más. Un hombre de prensa sin documento oficial no puede traspasar el estricto control de seguridad con sensores y escaneo dispuesto en la entrada del Jimky.

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Una vez que la prensa cumple con informar durante los 15 minutos que se le permite ver los trabajos, es retirada del estadio y luego de ello un grupo de efectivos de seguridad revisa los espacios donde estuvieron los comunicadores para verificar que no haya quedado “olvidado” un micrófono, una cámara o un dispositivo de transmisión que pueda espiar el trabajo del seleccionador nacional. 

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El “Tigre” es muy celoso de las fortalezas del equipo, repotenciadas en el último tramo de la preparación, eso hay que protegerlo, más aún con la recurrente presencia de los periodistas daneses. Nada puede quedar al descubierto y Ricardo Gareca lo sabe. Ya tuvo malas experiencias con espías en Videna y no quiere que lo sorprendan en el Mundial.