Khabib Nurmagomedov recuperó su cinturón peso ligero y viajó rumbo a Rusia donde miles de fanáticos, quienes llevaron puesta la clásica peluca en forma de melena que utiliza el peleador en los pesajes de UFC, lo ovacionaron en el estadio Anzhi como si se tratará de un héroe de la patria, una estrella de rock o un actor de Hollywood por su triunfo sobre el irlandés Conor McGregor. El fenómeno Khabib está en su apogeo.
Tras disculparse y aún por afrontar duros cargos legales por el incidente en Las Vegas, Khabib Nurmagomedov aterrizó en suelo ruso cerca de las 8 de la noche de este lunes 8 de octubre y, rápidamente, se traslado al recinto futbolístico ubicado en la República de Daguestán, donde seguidores, prensa, actores, entrenadores, amigos y el padre de 'The Eagle' prepararon una ceremonia especial para festejar con el campeón por haber humillado a Conor McGregor con una llave 'mataleón', del arte marcial jiu jitsu.
Ni bien apareció en la escena, el descontrol se desató entre los fanáticos que burlaron la seguridad para entrar al césped de la cancha para ver lo más cerca posible a Khabib Nurmagomedov. Pero esta vez no hubo actos de violencia, todo fue felicidad. Nunca se vio algo similar por un peleador en Rusia, ni siquiera en los tiempo del mítico Fedor Emelianenko, otra leyenda de las MMA que nunca pudo debutar en UFC.
Todos agradecieron a Khabib Nurmagomedov pues todos querían ver derrotado a Conor McGregor, quien ofendió su clase política, religión y hasta el propio padre del ruso durante las careos previos al combate del UFC 229. En silencio, Khabib fue el gran ganador del combate en el octágono del T-Mobile y le ganó en el cuarto asalto. McGregor pide revancha, pero esto aún no se sabe si pasará.
Por ahora, Khabib Nurmagomedov bebe el vino de la victoria de Conor McGregor. Está sentado en su trono y en sus manos levanta el cinturón de los pesos ligeros. El niño que entrenaba con osos es el nuevo ídolo en Rusia.