Tras ganar las elecciones con 277 votos electorales a Kamala Harris, la duda qué surge es sobre qué hará Donald Trump contra los inmigrantes ilegales en EE.UU.
Únete a nuestro canal de WhatsAppLa propuesta de Donald Trump de deportar a los 13 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos podría tener un impacto económico considerable. Según diversas estimaciones, llevar a cabo un plan masivo de deportación no solo requeriría una gran cantidad de recursos humanos, sino también miles de millones de dólares en infraestructura y logística. Los costos abarcarían desde el traslado y la detención de inmigrantes hasta la construcción de nuevas instalaciones de reclusión, lo que podría generar repercusiones económicas y sociales significativas. Este debate resalta las complejas implicaciones de las políticas migratorias y su impacto en el país.
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Según una estimación del Consejo Americano de Inmigración, se requerirían 968,000 millones de dólares para implementar una de las principales propuestas del presidente electo con respecto al control del ingreso masivo de inmigrantes ilegales registrado en los últimos años. Además, advierten que esta severa medida podría dar lugar a numerosos conflictos legales.
"Desde el día 1 lanzaré el mayor programa de deportación de criminales en la historia de Estados Unidos", declaraciones como estas han sido dichas a lo largo de su reciente campaña electoral para ser reelegido nuevamente como presidente de EE.UU. Sosteniendo que haría historia y que este proceso de expulsión masiva se llevaría a cabo a través de redadas y la finalización del muro fronterizo. Sin embargo, señaló que no habría violencia y que los extranjeros pueden ingresar al país, pero de forma legal, cumpliendo con los requisitos solicitados.
Asimismo, sostuvo que debido al incremento de olas de inmigración indocumentada a EE.UU., los índices de criminalidad han subido en el país, afirmando que vienen de todos lados y que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos estadounidenses. En lo que culpó al gobierno de Joe Biden y teniendo como vicepresidenta a quien fue su rival demócrata, Kamala Harris, de permitir la entrada y no tomar acciones contra aquel sistema de migración desregularizado.
"Tenemos un país que necesita ayuda y la necesita urgentemente. Vamos a arreglar nuestras fronteras y vamos a arreglar todo sobre nuestro país. Hay que cerrar las fronteras. Queremos que la gente vuelva a entrar, hay que dejar que regrese, pero que regrese legalmente", fue lo entredicho por el presidente electo tras resultar ganador este último 5 de noviembre. A su vez, agradeció a sus seguidores por apoyarlo, señalando que toda esta campaña política ha sido historia y que Dios le permitió vivir para salvar a Estados Unidos. Esto tras los dos recientes ataques del que fue víctima durante todo este proceso de candidatura a la Casa Blanca.
Por su parte, Kamala Harris, decidió dar la cara y pronunciarse tras perder en estas elecciones presidenciales y declaró a la ciudadanía estadounidense que si bien perdió en estos sufragios, la lucha continúa. A su vez, dio a conocer de que llamó a Donald Trump para felicitarlo por su victoria y por su regreso a la Casa Blanca.