Ya que Donald Trump asumirá el mandato de Estados Unidos, conoce aquí cómo su relación con cuatro conflictos podría revolucionar el orden mundial.
Únete a nuestro canal de WhatsAppA pesar de no existir certeza alguna, las señales transmitidas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, han apuntado directamente a cuatro conflictos mundiales: Dos guerras en desarrollo, centrándose en Ucrania y el Medio Oriente; y dos potenciales, estando estas ligadas a Taiwán y Corea.
PUEDES VER: ¡Transición histórica!: Biden recibirá a Trump en la Casa Blanca para iniciar el traspaso de poder
Para Trump, lo fundamental es el interés nacional de cada país. Siendo así, cree que un orden mundial que se construya sobre la acumulación de los intereses individuales de cada nación es una base más firme que el hecho de buscar el interés común para cada participante.
A pesar de lo expresado, los críticos del candidato republicano sostienen que este debilitó Estados Unidos en lugar de fortalecerlo. Durante su primer mandato, fracasó en sus relaciones con China y Corea del Norte, no resolvió las guerras en Oriente Medio, no disuadió a Irán y permitió que Europa siguiera recibiendo beneficios sin haber aportado.
No obstante, sus seguidores destacan que ayudó al país norteamericano: Renegoció acuerdos como el NAFTA, presionó a los aliados para que pagaran más, cambió la postura hacia China, evitó nuevas guerras y logró avances, como la normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes.
Con esto en mente, el futuro del mandato de Donald Trump en Estados Unidos, sigue forjándose en base a sus políticas sobre el comercio, alianzas y defensa nacional.
Es probable que el efecto más inmediato de la política de Trump se dé a través de los aranceles que ha prometido imponer, comenzando con China y luego con Europa. Con esto expresado, se anticipa un aumento de guerras comerciales y un enfoque transaccional. Este no hará distinciones entre aliados y adversarios, afectando a socios europeos, especialmente a Alemania.
Además, Europa podría verse presionada en el contexto ucraniano. Trump y su vicepresidente han dejado claro su deseo de desvincularse del conflicto de Ucrania, terminando la ayuda económica y militar que envió Washington. Sin embargo, surgen dudas sobre cómo cumplirá su promesa de poner fin a la guerra, cómo negociará con Putin y cómo logrará que Ucrania detenga la lucha.
Cabe mencionar que Trump apoya la respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre. A su vez, está a favor de extender el conflicto social y atacar directamente a Irán. Ante este contexto, está por evaluarse qué otros actores regionales podrían tener influencia aquí, empezando por Arabia Saudí, la cual se mantuvo central en la diplomacia regional del primer mandato de Trump.
En materia de defensa y seguridad, es probable que el presidente electo retome su enfoque de "paz a través de la fuerza". Esto implicaría fuertes inversiones en las capacidades militares de Estados Unidos. A su vez, dicho enfoque se alineará con su deseo de reducir los compromisos internacionales del país.
Trump se alejará del discurso de Biden sobre la lucha entre democracia y autocracia, priorizando el interés nacional de cada nación. Las consecuencias de sus decisiones podrían redefinir alianzas y desafíos globales a largo plazo.