La ceremonia actual se realiza en la Casa Blanca y permite al presidente perdonar un pavo como símbolo del respeto hacia estos animales.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl Día de Acción de Gracias no sería lo mismo sin el ingrediente fundamental e infaltable de todos los años: el perdón del pavo. A continuación, te contamos un poco más sobre esta curiosa tradición que incluye el platillo central de las mesas de Acción de Gracias y al presidente de Estados Unidos.
La tradición del perdón del pavo comenzó durante la presidencia de Abraham Lincoln, cuando su hijo Tad le pidió que perdonara al pavo destinado para la cena de Acción de Gracias. El presidente aceptó su solicitud, lo que dio inicio a una costumbre que los sucesivos mandatarios han continuado.
En la actualidad, esta tradición se celebra en la Casa Blanca, donde el presidente de turno, en una ceremonia especial, perdona la vida de un pavo. Según los historiadores, esta tradición se remonta al gobierno de Lincoln, cuando su hijo Tad pidió que no se comiera el pavo planeado para la cena.
Sin embargo, en la era moderna, durante las presidencias de John F. Kennedy, Ronald Reagan, Richard Nixon y Bill Clinton, "el perdón del pavo" no siempre se celebró de manera constante, ya que en algunas ocasiones el pavo acababa sobre la mesa de la Casa Blanca.
La ceremonia del perdón del pavo alcanzó su importancia actual durante la presidencia de George H. W. Bush en 1989. En ese entonces, el presidente de Estados Unidos recibió un pavo al que personalmente le perdonó la vida en el Día de Acción de Gracias. "Después de todo, este pavo representa a los 45 millones de pavos que comienzan a desempeñar su papel fundamental en nuestra celebración de Acción de Gracias. Así que, tranquilo pavo, estamos aquí para salvarte", expresó el presidente Bush en ese momento.
La elección de los pavos para la ceremonia de perdón es un proceso que dura varios meses y está a cargo de la Federación Nacional del Pavo. Sus miembros evalúan la salud, apariencia y manejabilidad de las aves antes de seleccionar dos: uno para la ceremonia en el jardín de las rosas de la Casa Blanca y otro como reserva. En 2018, el presidente Donald Trump rompió la tradición y perdonó la vida a ambos pavos elegidos. Los nombres de los pavos son seleccionados por estudiantes de primaria.
Durante la ceremonia, los presidentes suelen hacer comentarios humorísticos, como el que hizo Barack Obama: "Es difícil creer que este es mi séptimo año perdonando un pavo. El tiempo vuela, pero los pavos no". Además, como parte de la tradición, los pavos son llevados el martes previo al Día de Acción de Gracias a un hotel en el centro de Washington DC, donde pasan tiempo en una suite siendo alimentados con maíz y arándanos, y se preparan para una sesión de fotos en la azotea, pues serán las estrellas de la celebración.
El presidente Trump, en 2020, se dirigió a uno de los pavos, llamado "Mantequilla", diciendo: "Te deseo mucha suerte. Pero por la presente, te concedo un perdón total y completo. Bien, total, y completo". Este perdón asegura que los pavos no serán sacrificados, y tras la ceremonia, pasarán el resto de sus vidas en las instalaciones del Instituto Politécnico de Virginia.