La RADICAL decisión de Joe Biden a puertas de cerrar su gobierno, que afectaría futuras inversiones extranjeras
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró su intención de impedir que Nippon Steel adquiera US Steel, invocando su autoridad ejecutiva, una decisión que ha generado controversia.
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El presidente de EE. UU., Joe Biden, mencionó este viernes que bloqueará una adquisición por US$ 14 300 millones de US Steel por parte de Nippon Steel, de Japón, haciendo un significativo uso de la autoridad ejecutiva en los últimos días de su administración.
“Como he dicho muchas veces, la producción de acero, y los trabajadores que lo producen, son la columna vertebral de nuestra nación”, dijo en un comunicado. “Una industria del acero de propiedad y con una operación nacional fuerte representa una prioridad esencial de seguridad nacional y es crítica para cadenas de suministro resilientes”.
La radical decisión de Joe Biden
El movimiento, el cual fue reportado por primera vez por The Washington Post y The New York Times, no es sorpresivo, pero podría generar algunos problemas para futuras inversiones extranjeras en empresas estadounidenses. Biden ha mencionado durante mucho tiempo que se opone al acuerdo, el cual fue anunciado hace un año.
El acuerdo, el cual ha estado políticamente cargado desde que se anunció en diciembre de 2023, ha generado una oposición política bipartidista al control extranjero de un componente que alguna vez fue clave del poder industrial estadounidense, a pesar de que atraviesa tiempos difíciles.
Bloquear el acuerdo podría ser popular a nivel nacional desde el punto de vista político, pero también podría disuadir la inversión extranjera en otras empresas estadounidenses. Además, podría privar a US Steel de la inversión que afirma necesitar. A finales del mes pasado, el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos, conocido como CFIUS, informó a Biden que no había alcanzado un consenso sobre si la venta de US Steel a Nippon representaba un riesgo para la seguridad nacional, dejando la decisión final en manos del presidente.
El sindicato United Steelworkers (USW) se ha mostrado firmemente en contra del acuerdo desde su anuncio, argumentando que Nippon no ha ofrecido suficientes garantías de que protegería los empleos sindicalizados en algunas de las plantas más antiguas de la empresa, que están bajo representación sindical. Sin embargo, la oposición de Biden al acuerdo podría no ser definitiva: tanto Nippon como US Steel han prometido luchar por la aprobación del acuerdo en los tribunales, incluso si las administraciones de Biden o la entrante de Trump intentan bloquearlo.
US Steel y Nippon defienden que la transacción es esencial para recibir la inversión necesaria en las operaciones de acero nacionales de US Steel. La empresa estadounidense ha señalado que podría verse obligada a cerrar las fábricas representadas por el USW si no obtiene los US$ 2.700 millones en inversión que Nippon Steel ha propuesto como parte de la compra.
Una decisión política
La compra propuesta estaba destinada a ser impopular. US Steel, que alguna vez fue un símbolo del poder industrial estadounidense, fue la empresa más valiosa del mundo y la primera en alcanzar un valor de US$ 1.000 millones poco después de su creación en 1901. Además, jugó un papel crucial en la economía de EE.UU., contribuyendo al desarrollo de automóviles, electrodomésticos, puentes y rascacielos, reflejando esa fortaleza.
Sin embargo, la compañía ha experimentado décadas de declive desde su auge posterior a la Segunda Guerra Mundial. Ya no es el mayor productor de acero del país y es un empleador relativamente pequeño, con 14.000 trabajadores en EE.UU., de los cuales 11.000 son miembros del sindicato USW. No obstante, sigue siendo una empresa que los políticos que defienden la grandeza estadounidense no quieren ver en manos extranjeras, especialmente debido a su ubicación en Pensilvania, un estado políticamente relevante.
La oposición de Trump a la compra de US Steel por parte de Nippon refleja una decisión política, ya que recientemente dio la bienvenida a una inversión de US$ 100.000 millones de Softbank de Japón, que incluye fondos para tecnología de inteligencia artificial en EE.UU., considerada crucial para la seguridad nacional. Si la adquisición de US Steel por una empresa japonesa se percibe como una amenaza para la seguridad nacional, algunos inversores extranjeros podrían pensarlo dos veces antes de invertir en empresas estadounidenses o en fusiones y adquisiciones.
Varios funcionarios familiarizados con el proceso expresaron a CNN su preocupación de que esta decisión marque un momento crucial para el Comité de Inversión Extranjera en EE.UU. (CFIUS), encargado de evaluar fusiones por motivos de seguridad nacional. Los hallazgos de los políticos del Comité se basan en el trabajo de unos cien empleados de carrera que analizan los acuerdos sin influencias políticas.
En el caso de US Steel, la mayoría de las agencias concluyeron que la transacción no representaba un riesgo para la seguridad nacional, y algunos funcionarios señalaron que la postura del presidente, que busca evitar que la empresa pase a manos extranjeras incluso a costa de perder una importante inversión de Nippon, podría ser equivocada.
“Una mala decisión”, comentó un alto funcionario de la administración sobre la intención de Biden de bloquear el acuerdo. “No protege realmente los empleos sindicalizados y podría acabar con la empresa”. Como resultado, las acciones de US Steel cayeron más del 8% en las negociaciones previas a la apertura del mercado este viernes.
