Medidas que buscan defender a los inmigrantes indocumentados de las deportaciones masivas van desde talleres explicativos hasta aviones de emergencia.
Con la llegada cada vez más cerca de Donald Trump al Despacho Oval de EE. UU, son casi 11 millones de inmigrantes indocumentados que se encuentran dispersos en todo el país y con el temor de ser deportados, por lo que comunidades de estos en estados como Chicago se encuentran preparados y en capacitaciones a los más vulnerables ante cualquier riesgo que pueda suscitarse.
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Comunidades de inmigrantes ilegales en la ciudad de Chicago en el estado de Illinois buscan llevar a cabo medidas de emergencia contra las deportaciones masivas que llevará a cabo Donald Trump, tal como lo ha señalado durante su campaña presidencial contra Kamala Harris. Es así que estas serían aviones, folletos sobre derechos de migrantes ilegales, árboles telefónicos, pasaportes para niños, etc.
Siendo la tercera ciudad más poblada de EE. UU., luego de Nueva York y Los Ángeles, la cantidad de inmigrantes indocumentados es numerosa, ya que la ciudad ha recibido un gran número de estos en los últimos años, llegando a gastar alrededor de más de 138 millones de dólares para las atenciones requeridas. Algunos de los retos en cuestión han sido los siguientes:
Por otro lado, Chicago también atravesó por una crisis humanitaria, ya que miles de personas de esta comunicad inmigrante ilegal tuvieron que dormir en las calles como en comisarías y aeropuertos. Esto principalmente debido a que los refugios alcanzaron sus límites en capacidad de alojamiento.
Tras votaciones en el Concejo Municipal, se determinó que Chicago seguirá siendo una ciudad santuario y que los agentes policiales no podrán intervenir en las deportaciones masivas. Cabe precisar que cuando hablamos de ciudades santuario, particularmente nos referimos a estados de EE. UU. que limitan o niegan su cooperación con las autoridades federales para aplicar las leyes de inmigración.
