La afirmación se produce en pleno auge de una intensa guerra comercial, originada por los aranceles del 145 % que Trump impuso a las importaciones chinas.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl canciller chino, Wang Yi, criticó este lunes las últimas afirmaciones de Washington sobre Latinoamérica, enfatizando que la región no es el "patio trasero" de ninguna potencia. Reafirmó que los países latinoamericanos tienen el derecho soberano de trazar su propio rumbo sin injerencias externas.
Sus declaraciones se producen en medio de un aumento de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, intensificadas por la decisión de Donald Trump de imponer un arancel del 145 % a todas las importaciones provenientes de China.
El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, reaccionó este lunes a las declaraciones de la Casa Blanca y afirmó que los países latinoamericanos "no son el patio trasero de nadie".
"Lo que los latinoamericanos quieren es construir su propio hogar, no ser el patio trasero de otros. Lo que buscan es la independencia, no doctrinas de dominación", aseguró Wang, según un comunicado difundido por la Embajada de China en Brasil a través de sus redes oficiales.
Estas declaraciones se producen después de que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, manifestara en una entrevista con Fox News que la administración estadounidense está "recuperando" el control de su "patio trasero". Hegseth se refirió específicamente a la creciente presencia china en América Central y del Sur, y en particular al canal de Panamá.
"El presidente Trump dijo […] que China tiene demasiada influencia sobre el canal de Panamá y que Estados Unidos iba a recuperarlo. […] Eso es exactamente lo que me encomendó", declaró Hegseth al referirse a su reciente visita a Panamá. "La influencia china no puede controlar nuestro patio trasero, especialmente cuando se trata de una vía fluvial crítica como el canal de Panamá", añadió.
Las tensiones entre ambas potencias han crecido en el marco de una guerra comercial que se intensificó durante la administración de Trump. Las medidas incluyeron la imposición de tarifas del 145 % a más de 180 socios comerciales, siendo China el principal blanco de estas acciones.
La región latinoamericana se ha vuelto cada vez más estratégica para ambos países. China incrementó sus inversiones en infraestructura, energía y tecnología en países como Brasil, Argentina y Panamá, lo que generó preocupación en Washington.
El cruce de declaraciones revela cómo América Latina se convierte en un campo de disputa geopolítica entre las dos mayores economías del mundo. Mientras Washington busca reafirmar su influencia histórica en la región, Beijing insiste en promover relaciones basadas en "cooperación y respeto mutuo", según palabras recurrentes en los comunicados de la diplomacia china.
Aunque ni Panamá ni otros países latinoamericanos han respondido oficialmente a estas declaraciones, el mensaje de Wang Yi deja clara la postura de Pekín: la región debe definir su propio rumbo sin interferencias externas.