Los republicanos proponen un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde EE. UU., lo que afectaría a millones de inmigrantes y sus familias en el extranjero.
En una propuesta que ha generado gran preocupación, los republicanos en la Cámara de Representantes buscan imponer un impuesto del 5% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos. Esta medida afectaría a millones de inmigrantes, muchos de los cuales dependen de estos envíos para apoyar a sus familias en sus países de origen. De ser aprobada, la iniciativa tendría un fuerte impacto económico en las comunidades migrantes.
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La propuesta se ha incluido en un proyecto más amplio respaldado por el presidente Donald Trump, y busca gravar a las remesas enviadas por inmigrantes indocumentados y aquellos con procesos migratorios pendientes. Solo los inmigrantes que logren demostrar su ciudadanía estadounidense estarían exentos de este impuesto.
Los republicanos en la Cámara de Representantes proponen un impuesto del 5% a las remesas, lo que impactaría a más de 40 millones de inmigrantes en EE. UU., incluidos los residentes permanentes. Esta medida, que forma parte del plan del presidente Trump, afectaría principalmente a los inmigrantes indocumentados y a aquellos con procesos migratorios en curso.
La única excepción serían los que puedan demostrar su ciudadanía estadounidense. Por lo que esta iniciativa generaría gran preocupación en las comunidades migrantes del país. Por otro lado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se mostró en contra de esta iniciativa legislativa y señaló que los mexicanos ya pagan impuestos por vivir en Estados Unidos y que no pagarían el doble, por lo que representantes mexicanos estarían discutiendo esta propuesta con los legisladores estadounidenses.
Las remesas de EE. UU. son envíos de dinero realizados por inmigrantes y ciudadanos estadounidenses a sus seres queridos en otros países. Estos fondos se transfieren a través de bancos, plataformas digitales y servicios especializados.
La mayoría de las remesas enviadas desde Estados Unidos van a países de América Latina y el Caribe, siendo México el principal receptor. Otros destinos importantes incluyen Guatemala, El Salvador, Honduras y la República Dominicana, donde las comunidades de inmigrantes son amplias.