En Oklahoma, Patricia Ann Spann contrajo matrimonio con su propia hija, Misty, en uno de los casos de incesto más controvertidos en Estados Unidos.
Los casos de incesto en Estados Unidos generan preocupación por su impacto y las consecuencias legales. Las víctimas sufren daños emocionales y físicos graves, lo que motivó a varios estados a endurecer sus leyes.
Un caso destacado es el de Patricia Ann Spann, condenada en 2016 en Oklahoma por casarse con su hija biológica, Misty Velvet Dawn Spann, tras haber cometido lo mismo años antes con su hijo. Este caso causó conmoción e impulsó un debate sobre la salud mental y la protección de las víctimas.
Patricia Ann Spann se casó con su hijo biológico en 2008, cuando él tenía 18 años, pero el matrimonio fue anulado en 2010 tras la solicitud de nulidad por incesto. A pesar de este hecho, Patricia siguió con su vida, lo que genera dudas sobre el seguimiento y la ayuda que reciben las personas con este tipo de antecedentes.
En 2014, Patricia se reunió con su hija Misty tras años sin contacto por la pérdida de custodia. En 2016, se casaron tras la legalización del matrimonio igualitario en Oklahoma, pero una inspección del Departamento de Servicios Humanos reveló la unión, iniciando una investigación y acusaciones de incesto.
Patricia Ann Spann basó su defensa en la convicción de que su matrimonio con su hija era válido, ya que en el acta de nacimiento de Misty no aparecía como su madre. Sin embargo, su situación se complicó por haber estado involucrada en un matrimonio ilegal con otro hijo.
Por su parte, Misty también admitió haber cometido incesto y declaró que su madre la había engañado, asegurándole que los abogados le habían confirmado que no existían problemas legales.
El caso generó un gran revuelo mediático, evidenciando no solo una grave violación de las leyes de incesto, sino también fallos en el sistema que permitieron la repetición de estas relaciones a lo largo del tiempo. Misty fue condenada a 10 años de libertad condicional y a someterse a un tratamiento de asesoramiento.
Por su parte, Patricia Ann Spann fue condenada a dos años de prisión, a cumplir ocho años de libertad condicional y a registrarse como delincuente sexual.