Un gran número de ciudadanos e inmigrantes se han visto envueltos en medio de los últimos y polémicos arrestos de los agentes en Estados Unidos.
La incertidumbre y tensión en Estados Unidos va en aumento, luego de las últimas acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Y es que, cada vez más, muchos ciudadanos estadounidenses, que no tienen conexiones directas con la comunidad migrante, no han podido evitar expresar su incomodidad ante estas radicales redadas en toda la nación de Trump.
Según un reciente informe del Milwaukee Independent, algunas de estas sorpresivas intervenciones se han llevado a cabo de manera violenta y en espacios públicos, lo que ha generado respuestas inmediatas y espontáneas entre la población estadounidense. AQUÍ todo sobre la situación actual y más detalles.
Tal como informó Milwaukee Independent, los arrestos públicos ya no son una práctica reciente. Pese a que, anteriormente se llevaban a cabo durante la madrugada, ahora estos operativos se realizan en lugares como restaurantes, gimnasios, obras en construcción e incluso en tiendas populares como Home Depot, durante el horario habitual de actividad.
Esta situación ha provocado reacciones inmediatas, incluyendo protestas de ciudadanos que, hasta ahora, no habían participado en movilizaciones.
Aysha Mercer, residente de Spokane, no dudó en compartir su experiencia con el medio al respecto, revelando que nunca había protestado antes, pero decidió unirse a las marchas nacionales del 14 de junio al percibir que los niños inmigrantes de su comunidad podrían verse afectados por las deportaciones.
Es bueno precisar que también ocurrió un incidente que llamó la atención en San Diego. Adam Greenfield, un autor y productor de un podcast, se convirtió en testigo de una redada que tuvo lugar frente a su vivienda. En el momento en que agentes encapuchados ingresaron a un restaurante local, Greenfield y numerosos vecinos comenzaron a grabar la situación y a rechazar estos actos.
Según su relato proporcionado al medio internacional, la operación se llevó a cabo durante la hora pico, con una gran cantidad de testigos presentes. Las autoridades emplearon granadas aturdidoras para dispersar a la multitud mientras procedían a arrestar a cuatro empleados del establecimiento.