ICE cuenta con un sistema de alta tecnología para vigilar a migrantes no detenidos en EE. UU., incluyendo grilletes electrónicos y monitoreo por GPS.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha implementado un programa que permite rastrear a inmigrantes indocumentados sin necesidad de detenerlos. Esta estrategia combina tecnología avanzada y vigilancia remota para monitorear sus movimientos mientras se resuelven sus casos migratorios. Miles de personas están inscritas en este sistema, muchas veces sin conocer a fondo cómo funciona.
El programa, conocido por sus dispositivos de rastreo como grilletes electrónicos y aplicaciones móviles, forma parte de las Alternativas a la Detención. ICE lo utiliza para mantener el control sobre ciertos migrantes, especialmente aquellos con procesos de deportación en curso. Aunque permite permanecer en libertad, implica una supervisión constante y restricciones en la vida diaria.
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Además del programa ATD, ICE cuenta con diversas tecnologías como bases de datos biométricas y sistemas de reconocimiento facial para seguir a migrantes con procesos abiertos. Utiliza herramientas compartidas con otras agencias para revisar antecedentes y realizar seguimientos digitales de ubicación y comunicaciones. Estas técnicas permiten identificar de manera eficaz a personas con historial delictivo o con órdenes de deportación vigentes.
También coopera con fuerzas del orden locales a través de acuerdos como el programa 287(g), que autoriza a oficiales a colaborar con tareas migratorias. Otra táctica frecuente son los "detainers", solicitudes formales para retener a un migrante tras ser arrestado por otra infracción. Esto permite que ICE intervenga sin necesidad de realizar operativos presenciales en todos los casos.
En cuanto a las redadas migratorias, ICE ejecuta operativos específicos para detener a individuos con antecedentes penales o con procesos de expulsión pendientes. Estas acciones pueden tener lugar en viviendas, centros laborales o espacios públicos, aunque deben seguir ciertos protocolos legales. La planificación se basa en información recolectada previamente por distintas entidades del gobierno.
Los equipos encargados de estas intervenciones operan en horarios estratégicos y suelen contar con órdenes judiciales para proceder. En ocasiones, se realizan sin previo aviso para evitar que los buscados escapen del lugar. No obstante, este tipo de redadas ha generado críticas por el temor que provocan en comunidades y por afectar a personas sin historial criminal.