Nueva York restringe la renovación de licencias vencidas. Miles deberán tramitar una nueva credencial desde cero.
El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) del estado de Nueva York confirmó cambios en sus normas de renovación de licencias que dejarán a miles de conductores sin posibilidad de actualizar su documento. Según las nuevas disposiciones, solo podrán renovarse licencias vencidas hasta dos años después de la fecha de expiración. Quienes superen ese plazo deberán empezar todo el proceso desde cero, como si tramitaran una licencia por primera vez.
La decisión busca reforzar los controles y garantizar que todos los conductores mantengan actualizados sus datos y capacidades al volante. Sin embargo, ha generado preocupación entre residentes y migrantes que desconocían las fechas límite y ahora deberán cumplir nuevos requisitos.
Multas de hasta $300 por manejar con licencia caducada.
Los conductores cuya licencia haya vencido por más de dos años deberán aprobar nuevamente el examen de la vista, el test teórico y el examen práctico de manejo, además de completar un curso previo a la licencia. Estos pasos están detallados en el portal oficial del DMV, donde también se puede verificar el estado actual del documento.
La medida afecta principalmente a quienes no realizaron su renovación durante la pandemia o perdieron su cita. En esos casos, el DMV no acepta prórrogas ni excepciones: la única opción es tramitar una licencia completamente nueva.
El DMV recordó que conducir con una licencia caducada es una infracción sancionable en el estado de Nueva York. Las multas varían según el tiempo transcurrido desde el vencimiento:
Además del impacto económico, circular con una licencia no válida puede generar antecedentes que afecten futuras renovaciones o seguros de automóvil.
Las autoridades neoyorquinas insisten en que mantener la licencia vigente es una obligación legal y una medida de seguridad para todos los conductores. Renovarla a tiempo evita sanciones, pérdida de privilegios y procesos largos de recertificación.
Con esta decisión, el estado busca mantener un mayor control sobre la seguridad vial, pero al mismo tiempo obliga a miles de personas a planificar con mayor anticipación sus trámites para no perder su derecho a conducir.