Un popular pollo congelado fue retirado en todo EE. UU. tras hallarse fragmentos metálicos dentro del producto, poniendo en riesgo a millones de consumidores.
Las autoridades federales advirtieron sobre una peligrosa contaminación que afecta a uno de los pollos congelados más vendidos en Estados Unidos. Se trata de un retiro masivo que involucra millones de libras del producto distribuidas a supermercados, restaurantes, hoteles y proveedores institucionales en todo el país. La alerta busca evitar lesiones internas graves en consumidores.
El anuncio fue emitido por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS), que detectó la presencia de pequeñas piezas metálicas que podrían haber pasado desapercibidas durante meses. Estos elementos representan un riesgo severo, ya que pueden ocasionar cortes, daño dental, o incluso perforaciones en el tracto digestivo al ser ingeridos.
Expertos piden revisar el sello USDA para evitar riesgos al consumir pollo.
La compañía afectada es Hormel Foods Corporation, que decidió retirar voluntariamente más de 4,8 millones de libras de pollo listo para comer. La contaminación habría surgido por un desgaste en los equipos industriales utilizados en la elaboración del producto, lo que desprendió fragmentos metálicos a la cadena de producción.
Los lotes comprometidos incluyen diferentes presentaciones de pechuga y muslos deshuesados con el número de establecimiento "P-223" en el sello del USDA. Aunque no se han reportado personas heridas, varios clientes alertaron sobre el hallazgo de trozos metálicos dentro de los envases.
Las autoridades recomiendan revisar los productos antes de usarlos y desechar de inmediato cualquier paquete que coincida con el número indicado. También aconsejan a minoristas y restaurantes revisar sus inventarios para impedir que el pollo llegue a los comensales. Comer este producto es considerado un riesgo urgente para la salud.
Quienes crean haber consumido pollo contaminado y presenten dolor abdominal, náuseas o sangrado deben buscar atención médica inmediata. Para consultas, Hormel habilitó la línea de ayuda 1-800-523-4635 y el FSIS mantiene abierto su canal de denuncias durante las 24 horas del día.
El USDA confirmó que realizará monitoreo constante para retirar todo el pollo afectado del comercio y garantizar que no llegue nuevamente al mercado. Estas acciones forman parte de un plan nacional para reforzar la seguridad alimentaria, debido al aumento reciente de casos de contaminación en productos cárnicos.