Las redadas federales siguen activas en Charlotte, pese a que autoridades locales aseguraron que habían terminado, generando confusión en la comunidad migrante.
Las redadas migratorias federales en Charlotte, Carolina del Norte, continúan generando preocupación entre miles de familias inmigrantes, luego de que autoridades locales aseguraran que la operación había concluido. A pesar de estos reportes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que los arrestos seguirán realizándose en la zona.
La operación, parte de la estrategia del gobierno de Donald Trump para intensificar las deportaciones, ha dejado cientos de detenciones en pocos días. La confusión aumentó cuando líderes policiales locales afirmaron que la redada había terminado, mientras voceros federales insistieron en que sigue activa y que no hay fecha prevista para su finalización.
El DHS reportó que más de 370 personas fueron arrestadas en cinco días bajo la "Operación Charlotte's Web", mientras comunidades locales han visto cierres de negocios, ausentismo escolar y temor generalizado. Algunos inmigrantes incluso huyeron de tiendas y lavanderías al ver agentes federales, generando escenas de pánico.
Aunque el jefe policial del condado de Mecklenburg aseguró que la operación principal había concluido, el DHS reiteró que los agentes federales permanecerán en la zona y continuarán enfocándose en inmigrantes considerados "prioridad". Las acciones federales también se extienden a otras ciudades, con nuevas redadas previstas en Luisiana bajo la operación "Swamp Sweep".
Redadas federales continúan en Charlotte pese al anuncio de su fin.
Las redadas han provocado un fuerte impacto en la vida cotidiana de familias inmigrantes, con vecindarios enteros paralizados por el miedo. Negocios pequeños y restaurantes cerraron para evitar confrontaciones con agentes, mientras escuelas reportaron bajas significativas en asistencia por temor a detenciones en el camino.
La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, expresó alivio ante reportes de que la operación estaba disminuyendo, pero pidió unidad comunitaria para enfrentar los efectos. Sin embargo, la postura federal contradice esa percepción, insistiendo en que la operación continúa y forma parte de una ofensiva nacional sin precedentes.
La ofensiva federal no se limita a Carolina del Norte. Según datos del DHS, se han realizado más de 60.000 arrestos migratorios desde enero, alcanzando récords históricos. Ciudades como Houston, Portland y Los Ángeles han experimentado operativos masivos, mientras agentes armados se despliegan en áreas urbanas y rurales.
Con la próxima fase de operativos ya programada para comenzar en diciembre en el sureste de Luisiana, la comunidad migrante permanece en alerta. Mientras los funcionarios federales aseguran que las acciones se centran en personas con antecedentes criminales, organizaciones comunitarias y líderes locales denuncian que el temor se ha extendido a toda la población inmigrante, sin distinción.