El presidente Luis Abinader anunció una medida para reforzar la seguridad regional, aunque suscita dudas sobre la soberanía y las ventajas para el país.
La República Dominicana autorizó al gobierno de Estados Unidos a utilizar temporalmente zonas restringidas en aeropuertos del país para facilitar operaciones militares y logísticas en el marco de su ofensiva contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico. El acuerdo fue anunciado este miércoles por el presidente dominicano, Luis Abinader, en una declaración conjunta con el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth.
Según informes recientes citados por medios internacionales, incluido un artículo de The New York Times mencionado en diversas coberturas latinoamericanas, la República Dominicana otorgó un "permiso especial" para que Estados Unidos utilice áreas restringidas en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional Las Américas.
La medida permite a Washington realizar tareas de reabastecimiento de combustible y transporte de equipos y personal técnico, con el fin de sostener operaciones aéreas y marítimas vinculadas a su estrategia contra el narcotráfico.
De acuerdo con la información oficial, la autorización tiene carácter técnico, limitado y temporal. El gobierno dominicano subraya que el objetivo es "reforzar el anillo de protección aérea y marítima" y, de este modo, potenciar la interdicción de narcóticos en la región.
Como parte del acuerdo, se prevé el despliegue de aviones cisterna KC‑135 para patrullaje y reabastecimiento, así como de aeronaves C‑130 Hércules para transporte logístico, evacuaciones médicas, lucha contra incendios y asistencia en desastres.
El acuerdo se enmarca en el reciente aumento de las operaciones militares de EE. UU. en el Caribe, especialmente orientadas por la estrategia regional frente al gobierno del venezolano Nicolás Maduro.
Para Santo Domingo, la colaboración con Washington representa una apuesta por reforzar la seguridad y la vigilancia regional, aunque no se han divulgado detalles sobre los posibles beneficios para la República Dominicana ni sobre la duración exacta del permiso.
Al mismo tiempo, la medida podría generar cuestionamientos sobre la soberanía, el regionalismo y los efectos diplomáticos de permitir el uso militar externo en un país del Caribe.
"Hemos autorizado a Estados Unidos, por un plazo limitado, a utilizar áreas restringidas en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional de Las Américas para la operación logística de aviones de reabastecimiento de combustible, así como para el transporte de equipos y personal técnico", declaró Abinader.