Ni el abarrotado estadio Nacional de Santiago —escenario de tantas lágrimas peruanas—ni los 6 minutos que adicionó el árbitro fueron suficientes para desmenuzar a un ordenado y concentrado Melgar en su objetivo de sacar su boleto a la tercera fase de la Copa Libertadores.
El 1-0 a favor conseguido la semana pasada al pie del volcán le dio al conjunto de Jorge Pautasso la tranquilidad necesaria para viajar a Chile y jugar sin presiones para aguantar el empate sin goles que, a la postre, permitió festejar a todos los arequipeños en representación del Perú.
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Tal como se había planificado en la previa, la Universidad de Chile, empujada por la necesidad de darle vuelta al marcador de la ida, tomó la posesión del balón, protagonismo y elaboración de jugadas ofensivas que no fueron concretadas debido a sus imprecisos atacantes y a la férrea defensa “dominó”.
En el segundo tiempo la tónica fue la misma pero esta vez fue Carlos Cáceda, quien se agigantó en su portería para ser el héroe que todo el país esperó y demostró por qué fue es un arquero de selección.
Con esto, un equipo peruano vuelve a ganar un enfrentamiento “mano a mano” en la Copa Libertadores desde el 2013, cuando el Real Garcilaso clasificó a cuartos de final tras ganarle por 1-4 en la tanda de penales al Nacional de Uruguay en el Centenario. En Arequipa todo es fiesta pero sin exceso; se sabe que a Melgar le falta una ronda para llegar a los grupos.
En la tercera fase, FBC Melgar enfrentará a Caracas de Venezuela en partidos de ida y vuela. Primero se jugará en la UNSA de Arequipa el próximo martes 19, mientras que el segundo encuentro será de visita una semana después en Caracas.