La pandemia del coronavirus ha marcado un antes y después en el fútbol mundial. Ello también ha ocurrido en la liga española, en donde a muchos clubes les ha costado regresar luego de haber sido protagonistas de una suspensión que llevó a casi 3 meses de inactividad.
A pesar que el despliegue físico determinó un poderoso limitante, eso no abarcó la habilidad de los jugadores. Esta diferencia se terminó observando en el cotejo entre Mallorca y Barcelona por la jornada 28 de LaLiga.
Los pupilos de Quique Setién encontraron los espacios para golpear y así lo hicieron a través de Arturo Vidal quien solo tuvo que esperar un minuto y cuatro segundos para vencer la valla de Manolo Reina: aprovechó la pasividad de su marcador.
Durante este tránsito fue que apareció la presencia de Takefusa Kubo, ofensivo japonés de 19 años que pertenece al Real Madrid, pero fue cedido a préstamo al Mallorca para la presente temporada.
El volante nipón fue un verdadero dolor de cabeza para la zaga 'blaugrana' y llegó a tener dos claras ocasiones de gol: una de tiro libre que conllevó a un error de Ter Stegen en el despeje y a un potente remate en la que el alemán tuvo que estirarse para evitar la caída de su arco.
Lamentablemente, para Mallorca y Kubo, el gol de Martín Braithwaite terminaría por sentenciarlos. El danés aprovechó una serie de rebotes en el área local para decretar el 2-0 en el Palma de Mallorca.
Desde entonces, Barcelona decidió retroceder sus líneas y esperar contragolpes. Mallorca intentó por todos los medios descontar, al menos, en el marcador, sin embargo ello no ocurrió. Quique Setién decidió los ingresos de Rakitic (por Vidal) y Arthur (Busquets): así contuvieron las arremetidas de Kubo.