La directiva del Barcelona ha recibido muchas críticas en el último tiempo por sus malos manejos respecto a la contratación de jugadores, aunque también ha mostrado aspectos negativos respecto a las ventas. Tras la llegada de Ronald Koeman como nuevo entrenador, era evidente que algunos jugadores iban a salir.
Teniendo en cuenta la categoría de futbolistas que pertenecen al plantel, era lógico pensar que iban a tener una buena inyección económica por ventas. Sin embargo, el panorama ha sido positivo en este aspecto y sorprendentemente han vendido a cuatro deportistas a importantes equipos, pero sin obtener grandes réditos.
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Luis Suárez es uno de los casos más relevantes, dado que siendo uno de los goleadores históricos del Barcelona, llegó gratis al Atlético Madrid. Solo habrá un pago de 6 millones de euros por bono a futuro. Una situación similar pasó con Arturo Vidal cuando se marchó al Inter de Milán, aunque por la mitad de beneficios económicos.
Por otro lado, Ivan Rakitic dejó volvió al Sevilla por 1.5 millones de euros, club del que había sido comprado por 18 millones. No fue mala la inversión por lo que dio en el campo, pero podrían haber ganado más dinero. Y finalmente, Rafinha se fue libre al PSG. Una mala gestión, que duda cabe, que también impedirá hacer fuertes gastos para fichar en el futuro.
El Barcelona es una de las instituciones más poderosas del mundo, pero no pudo evitar caer en pérdidas económicas a causa de la pandemia del coronavirus. Durante las últimas horas, la directiva dio a conocer que hubo 855 millones de euros como ingreso, muy por debajo de los 1.047 millones de euros que tenían como expectativa.
Según el cálculo inicial que dieron a conocer, hubieran ingresado 1.059 millones de euros si el fútbol hubiera tenido su desarrollo convencial, sin la pandemia del coronavirus. Antes estos números negativos, reportaron 97 millones de euros en pérdida y 488 millones de euros de deuda. Duro momento dirigencial.