Para muchos, uno de los mejores jugadores ingleses de la historia, para otros el 'Golden Boy' o para algunos simplemente Michael Owen. El exdelantero inglés figura en la década de los 90' se confesó en una reciente entrevista y contó los momentos más duros de su carrera.
Tras su prodigiosa aparición en el Liverpool a finales de los 90' y convocado a la Selección de Inglaterra para Francia 1998 con apenas 18 años, la carrera de Owen parecía no tener techo, hasta que llegaría a su vida una terrible lesión que marcaría un antes y un después en su vida.
“De los 10 a los 17, creo que no había nadie en el mundo tan bueno. A los 18, estaba marcando goles en un Mundial. A los 21, el Balón de Oro. Pero honestamente, estaba mejor a los 19. Fue entonces cuando sufrí una lesión paralizante. Todo vuelve a eso”, señala Owen en el 'Dayli Mail' de Inglaterra.
“Ojalá hubiera sido una pierna rota. La peor lesión para mí fue un tendón de la corva roto, porque en ese entonces no se operaba, sólo permitían que se volvieran a unir. Corrí con dos músculos isquiotibiales en la pierna derecha y tres en la izquierda durante el resto de mi carrera. Fue un punto de debilidad”, agregó Owen en el marco de los 20 años de haber ganado el Balón de Oro.
“A menudo me pregunto si fue solo una extraña lesión. Hasta entonces era sólido como una roca, nunca me perdí un juego. Sir Alex Ferguson siempre dice que si hubiera firmado por el Manchester United cuando era niño, no habría sucedido, él me habría protegido. Pero nadie se lesiona al caminar. Iba tan rápido que supongo que siempre es probable que suceda”, agregó.
Cabe destacar que a lo largo de su carrera Owen defendió al Liverpool, Real Madrid, Newcastle, Manchester United y Stoke City, donde finalmente colgó los botines en la temporada 2012-2013.