Dos partidos le fueron suficientes a Miguel Ángel Russo para que le ponga fin al nuevo sistema que había empleado (ante Garcilaso y River). El 5-4-1 ahora es cosa del pasado.
Prueba de ello son las derrotas 1-2 en Cusco y 0-3 en Argentina. Por este motivo, el DT volverá al utilizar el 4-3-3, el sistema madre con la que inició su era en el “equipo del pueblo”.
Affonso de “9”, Quevedo y Manzaneda por las bandas, volverán a juntarse para destruir a los “cremas” en Matute. Russo no quiere guardarse nada. Sabe que ganar el clásico significaría un “respiro” ante los últimos malos resultados.
Cartagena seguirá siendo el soporte y Salazar irá por la banda derecha.