Los goles bonitos no son propiedad exclusiva de la Champions. Aquí, en Sudamérica, también se juega al fútbol y los cracks se cuentan por montones. Es el caso del venezolano Arquímedes Figuera, quien encontró en Pedro Troglio a un amigo incondicional que pulió su potente derechazo.
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El volante de la “Vinotinto” le puso sabor al clásico con un golazo que se convirtió en las redes sociales en “la madre de todas las bombas”. Fue un misil intercontinental tierra-aire desde 30 metros que le rompió las manos a Leao Butrón. Un golazo que dio inicio a la “masacre”.
Figuera recordó que en su país “he anotado goles así” y agradeció “a Dios” por el triunfo. Además, resaltó el trabajo de Roberto Chale y José Carranza. “Trabajaron bien, pero los resultados no se dieron”, confesó el popular “Camuro”.
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“El equipo fue superior a Alianza y lo importante es que se ganó”, precisó Figuera, un “todoterreno” que encontró en Troglio a un referente, ya que “Rulo” jugaba en su puesto.
“Destaco el aspecto físico y táctico, y el sacrificio de mis compañeros”, sentenció.•