Alianza Lima | En la cancha no hay medias tintas. El fútbol es un deporte de contacto que se juega con rudeza, pierna fuerte y bravura para ganar las pelotas divididas. Sobre el césped, los jugadores son protagonistas de una contienda que se define al cabo de 90 minutos.
Después de ello, los futbolistas tienen una vida, son como cualquiera de nosotros. Ríen, lloran, sueñan. Y también celebran el Día del Padre con la emoción y el orgullo que nos entregan los hijos cada día.
A puertas de esta fecha tan especial, la web de Alianza Lima entrevistó a Leao Butrón, Rinaldo Cruzado, Alberto Rodríguez, Josepmir Ballón y Rubert Quijada, futbolistas del primer equipo que dejaron ver sus sentimientos más íntimos como padres.
A través de ellos, el Club Alianza Lima brinda un sincero homenaje a todos los papás aliancistas y a todos los papás del Perú.
Papá de Daniela (23) y de Antonella (16).
¿A qué edad te convertiste en papá?
Me convertí en papá a los 19 años. Se adelantó un poco (risas), pero no voy a mentir: siempre quise tener familia, tener a mis hijas.
¿Cuál fue tu sensación cuando te dieron la noticia?
La primera sensación fue susto, porque no sabía lo que venía. Después, lógicamente, sentí mucha ilusión. Era una etapa nueva, distinta, y quería saber lo que me iba a entregar la vida.
¿Qué aspectos mejoraste al ser papá?
Te ayuda a ser un poquito más responsable, porque ya no solamente eres tú; todo lo que hagas puede repercutir en lo más preciado que tienes, que son tus hijos. Eso hizo que madurara más rápido y me diera cuenta de que ya no estaba solo en la vida.
¿Cuál es tu sueño como padre?
Vivo un sueño cuando veo a mis hijas tranquilas y felices, le agradezco a Dios porque me hace vivir ese sueño de verlas felices y sanas. Todo lo demás se puede lograr. Lógicamente, parte del sueño es verlas con su familia, ya realizadas.
Papá de Pablo Aimar (16), Avril (12) y Airam (6).
¿A qué edad te convertiste en padre?
Tenía 19 años cuando nació mi primer hijo, que se llama Pablo Aimar. La sensación fue súper linda, a pesar de la edad. Es una de las mejores experiencias que le toca vivir a uno como persona.
¿Qué aspectos mejoraste al ser papá?
Creo que uno nunca termina de aprender a ser padre. Cada día que pasa sigo aprendiendo muchas cosas de ellos.
¿Cuál es tu sueño como padre?
Que ellos sean felices y puedan cumplir todas sus metas. Mi mayor sueño es que cuando sean grandes puedan vivir felices y logren todo lo que se propongan.
Papá de Mateo (13), Isaac (10), Mía (4) y Lucas (3 meses).
¿A qué edad te convertiste en padre?
A los 22 años, es una sensación inexplicable y una de las más hermosas.
¿Qué aspectos mejoraste al ser papá?
Tener más paciencia y tolerancia. Aprendí a ser más amoroso y constante, a ser más detallista.
¿Cuál es tu sueño como padre?
Verlos cumplir sus objetivos y metas en todas las áreas de la vida. Y que sirvan a Dios.
Papá de Macarena (14), Francesco (8), Salvador (3) y Bruna (8 meses).
¿A qué edad te convertiste en papá y qué sentiste?
Fui papá a los 18 años. Cuando me enteré tenía 17 y estaba feliz, pero a la vez no sabía cómo decirles a mis papás y cómo afrontarlo. Hoy eso es cosa del pasado. Mis padres fueron un gran soporte para lo que hoy soy como padre. Siempre digo que no sé qué habría sido de mí si Macarena no estuviera a mi lado, no sé si hubiera logrado ser lo que soy. Macarena fue mi motivación.
¿Qué aspectos mejoraste al ser papá?
He ido cambiando cosas con el pasar de los años, pero la comunicación es algo que mejoré.
¿Cuál es tu sueño como padre?
Que sean felices y logren sus objetivos como personas.
Papá de Ruberth Mathias (4)
¿A qué edad te convertiste en papá y qué sentiste?
A los 26 años me convertí en papá. Sentí mucha alegría, porque estuvimos buscando un niño dos o tres años, y en ese periodo tuvimos una mala experiencia. Nuestro hijo llegó para cambiarnos la vida.
¿Qué aspectos mejoraste al ser padre?
Mejoré en todos los aspectos. Me ayudó a madurar mucho, a crecer como persona y como futbolista, a ser más responsable de mis actos. Quiero ser un ejemplo para él, siempre trato de cuidar mis pasos y de pensar muy bien las cosas que haré porque sé que detrás de mí viene un niño que me ve como ejemplo y no puedo fallarle.
¿Cuál es tu sueño como padre?
Estar siempre presente cuando Matías necesite de mí. La vida no es fácil y uno se encuentra con muchos obstáculos, así que tener a un padre que te extienda la mano o te sirva como soporte es muy importante en su crecimiento.