La Selección Peruana quedó fuera de Qatar 2022 tras caer ante Australia por penales y seguramente en los diferentes debates se buscarán varios culpables. Es cierto que todos somos generales después de la batalla, pero también no se pueden ocultar que algunos detalles no se manejaron de forma adecuada y pudieron haber contribuido a esta debacle deportiva.
Por ejemplo, un tema que fue anómalo pero pasó desapercibido -seguramente por la euforia que había en los días previos a la repesca- es el desorden que había en la concentración, cuyo principal objetivo era aislar a los jugadores para que estos estén 100% enfocados en conseguir el pase al Mundial.
Tanto en Barcelona como en Doha se observó a los familiares de los jugadores entrando y saliendo del hotel de concentración, además los hinchas también tenían acceso a los interiores de un lugar que debió ser sinónimo de tranquilidad.
Esta extraña situación no ocurría en anteriores oportunidades, donde sí había concentraciones rígidas ordenadas por el propio Ricardo Gareca, especialmente cuando se acercaba un cotejo crucial.
Incluso, fuentes dignas de todo crédito afirman que hubo gente extraña a la delegación caminando en los pisos separados exclusivamente para los jugadores en los hoteles de Barcelona y Qatar.
Esta situación ya era extraña desde el mismo vuelo que partió de Lima hace más de 10 días. A diferencia de la vez en que se viajó a Wellington para enfrentar a Nueva Zelanda en el repechaje del 2017, donde los jugadores estaban en un ambiente privado sin acceso a los hinchas, esta vez muchos fanáticos se acercaron a los futbolistas.
Sobre este último tema, ha circulado en las últimas horas un video de los dueños de la cevichería Mi Barrunto, al lado de Christian Cueva, en el avión que trasladaba a la delegación con destino al definitivo partido con Australia.
Es cierto que esta medida pudo tener las mejores intenciones, por ejemplo, que los jugadores se sientan felices junto a sus seres queridos, respecto a la presencia de familiares. O en el caso de los aficionados, retribuir el cariño del hincha que acompañó tanto en España como en Qatar; sin embargo, pudo no ser la mejor decisión y tal vez terminó mermando en el rendimiento de los jugadores.
"Cuando Ricardo Gareca hizo el viaje fugaz a Qatar para ver a Australia ante Emiratos, las medidas de seguridad en Barcelona se relajaron aun más. No hubo un control rígido y los jugadores estuvieron permanentemente rodeados de gente ajena al grupo", señala una fuente que cercana a la delegación.
Ricardo Gareca tendrá una reunión con Agustín Lozano y Juan Carlos Oblitas el próximo jueves para decidir si es que finalmente continúa al frente de la Selección Peruana.
Perú se medirá contra México en septiembre. El partido amistoso se realizará en Estados Unidos.