Este sábado 01 mayo, los países alrededor del mundo conmemoran el Día del Trabajo, fecha incluida como feriado tanto para el sector público como privado. A pesar de esto, algunos rubros no pueden detenerse y sus empleados deberán laborar en esta fecha, lo cual lleva a preguntarse cuánto le pagaran a quienes trabajen este día.
Según Víctor Zavala, gerente del área de la Cámara de Comercio de Lima, aquellos trabajadores que deban trabajar en este día deben recibir un monto equivalente a tres remuneraciones de su jornada diaria,
Según el Decreto Legislativo 713 o Ley de Descansos Remunerados, el pago por asistir en el Día del Trabajo se percibe íntegramente y sin condición, aun cuando el trabajador tenga inasistencias o tardanzas durante la semana.
En caso un trabajador asista o realice actividades laborales el 1 de mayo y no posea descanso posterior, recibirá tres remuneraciones diarias: una por el feriado y dos por haber trabajado en día feriado.
Cabe resaltar que se considera el pago de una jornada al resultado de la remuneración mensual entre 30 días.
Sin embargo, existe la posibilidad de que tanto empleador como empleado lleguen a un acuerdo previo, en el cual se devuelva la jornada de feriado laborada como un día de descanso. En este caso no habrá pago adicional.
De acuerdo con Zavala, ningún trabajador está obligado a laborar en esta fecha, así reciba un pago adicional o se le otorgue otra fecha de descanso, y aun así tiene derecho al cobrar esta jornada.
El Día del Trabajo se celebra desde finales del siglo XIX y su origen se remite a un episodio sangriento de la historia de Estados Unidos, concretamente de la de Chicago, cuando 'La Ciudad del Viento' era uno de los centros urbanos con mayor población en Estados Unidos.
Las pobres condiciones laborales, principalmente en la industria, originaron a los primeros sindicatos, los cuales buscaban la concesión de derechos básicos como la jornada de ocho horas, algo impensable para la época y que buscaba igualarlas con ocho horas de descanso y ocho de hogar.
Luego de muchas negociaciones, se determinó que a partir del 1 de mayo de 1986 se realizarían jornadas de ocho horas, algo que desencadenaría en la huelga si las empresas no aceptaban. Pese a que se comenzó a aceptar en muchos lugares, Chicago, una ciudad poblada por multitud de trabajadores, inició una huelga que se extenderían durante cuatro días, periodo en el que una bomba acabó con un agente de policía que intentaba reprimir la manifestación.
Las autoridades culparon al movimiento obrero y condenaron a muerte a ocho trabajadores, quienes fueron conocidos como los Mártires de Chicago.