El derrame de petróleo en el mar de Ventanilla dejó innumerables pérdidas de fauna, y también desempleo para los pescadores de Lima, al no poder generar ingresos por la actual situación del mar contaminado y las acciones tardías de Repsol para su solución.
Son cerca de 1000 pescadores de Ancón quiénes denuncian la negligencia por parte de Repsol en su búsqueda de limpiar el mar peruano del combustible.
Según el medio Wayka, ciudadanos y pescadores serían contratados por la empresa LAMOR para los trabajos de limpieza, remunerando con 350 soles a los colaboradores.
"Los pescadores están en la calle. Acá trabajan por lo menos 3.000. Pero solo les dan la plata a los que van a recoger, que son cerca de 30 por día", denuncio José Palomino, un pescador afectado por el impacto ambiental. "Todo el plancton lo han matado. Los peces los han matado. Ya a nosotros prácticamente nos han dejado sin trabajo", comenta otro colega pescador, Bernando Espinoza.
LAMOR es contratada por Repsol para cumplir con la tarea de limpieza de las playas de Ventanillas, que incluyen 17 balnearios afectados por el derrame del combustible.
El trabajo, el cual brinda un salario de 350 soles, consta de esparcir una red funcional para la absorción del petróleo, técnica usada por el reciente iniciativa de usar cabello humano para absorber el combustible del mar peruano.
"No es tan difícil. Tiramos la esponja, la revolcamos con el bote despacito nomás para que vaya absorbiendo el petróleo", explica un pescador de Ancón. "No nos dan implementos. La empresa no ha ofrecido nada. Solo nos dan la esponja absorbente", agrega.
En tanto, la empresa no dotaría de los implementos de seguridad necesarios para la seguridad de los trabajadores, ya que estarían expuestos a los efectos del hidrocarburo; problemas con el sistema nervioso, dolores de cabeza, mareos, molestias en el abdomen, alergias en la piel, irritación en la garganta, dificultades para respirar y cáncer en casos más graves.