¿A quién perteneció el extraño castillo abandonado en la Costa Verde?
Conoce la verdadera historia del castillo que se encuentra abandonado en la Costa Verde. ¿Quién fue el dueño y por qué decidió abandonarla?
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Lima es una de las ciudades más importantes de América Latina porque mantiene una gran cantidad de historias, edificaciones y calles desde la época colonial e inicios de la era republicana. En este caso, el Diario Líbero te brindará toda la información relacionada al extraño castillo que se encuentra abandonado en la Costa Verde, justo frente a la playa de Agua Dulce en el distrito de Chorrillos.
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Las personas que viven cerca a Chorrillos o que frecuentan la playa de Agua Dulce han reportado la presencia de estructuras de un 'castillo' cerca al acantilado de la Costa Verde y desconocen quién fue su creador y por qué se encuentra abandonada si requirió de una fuerte inversión de dinero. Actualmente, la propiedad es un lugar donde se refugian persona sin horas y adictos.
Leyenda del castillo de Chorrillos
Como era de esperarse, el castillo ubicado en Chorrillos tiene diversas leyendas urbanas por lucir completamente abandonada y tener aspecto de un castillo de la época colonial. Las personas decidieron brindarle el nombre de 'Casa de los enanos' y mencionan que podría haber diversos túneles y uno de estos iría hacía La Herradura.
Castillo de Chorrillos: verdadera historia
Este 'castillo' ubicado en el distrito de Chorrillos fue la casa de verano de la familia Eguiguren Barragán. La propiedad fue construida por Luis Antonio Eguiguren y Rosa Barragán a inicios de los años 1920 y tiene un estilo republicado de la época, inspirado en las casas de verano que se venían construyendo en Europa.
Luis Antonio Eguiguren, exalcalde de Lima en 1930 y presidente del Congreso Constituyente de 1931, paso parte de su vida en aquel castillo que fue considerado una de las residencias más imponentes de la zona. Sin embargo, tuvieron que abandonar la vivienda luego del temblor que ocurrió el 24 de mayo de 1940 que causó un deslizamiento por el acantilado hacia el mar.
